Comer tierra resulta impensable para muchos de nosotros, pero para algunos, esta extraña costumbre se convierte en adicción.
Esta adicción es conocida como geofagia y pertenece a un desorden medico llamado pica, que consiste en querer consumir alimentos no comestibles ni nutritivos.
No existen estudios que puedan comprobar a ciencia cierta que ocasiona la adicción a comer tierra, pero muchos científicos apuntan que puede deberse a falta de minerales en el cuerpo.
Una mujer estadounidense, confesó en un programa de Tv que su adicción a la tierra llego al punto más álgido cuando envió su marido, sosteniendo que quería plantar un rosal, pero lo hizo para poder comer la tierra.
Muchos otros adictos a la suciedad, la recolectan con una cuchara, y dicen no poder pasar un solo día sin consumirla y afirman tener un tipo de tierra favorita.
La adicción a la tierra, en algunos casos, se intensifica por la lluvia, este es un factor determinante para los adictos que se regocijan con el olor a tierra mojada y afecta principalmente a mujeres y niños.
Como en cualquier adicción, este mal hábito necesita una terapia para ser superado, desafortunadamente, muchos adictos a la tierra no buscan ayuda por temor a la burla y a ser juzgados .Debido a que no causa ninguna señal visible (como en el caso de adictos al alcohol o a drogas), es difícil darse cuenta si este problema aqueja a nuestros seres queridos.