En estos momentos, estoy en plena etapa de mudanza, ya que vuelvo a vivir a la ciudad de mis amores pero con la cual, por distintas razones, en diversos momentos he tenido una relación de “amor-odio”: Buenos Aires.
Esto me hace reflexionar acerca de la cantidad de mudanzas, tanto internas como externas, que nos toca vivir a lo largo de los años.
Porque una mudanza no es tan solo empacar y cambiar de lugar de residencia. Hay movimientos internos similares que nos movilizan de igual manera. Según el diccionario de la RAE, una mudanza es “Dejar algo que antes se tenía y tomar en su lugar otra cosa”.
A veces las decidimos nosotros mismos; en otras ocasiones, nos eligen. Se dice que son uno de los factores de estrés más pronunciados. Las más comunes son:
Cambio de trabajo: implica mucho más que un cambio de lugares. Hay gente a la que dejaremos de ver, se modifican rutinas de transporte, de tiempo de llegada al trabajo y de tareas laborales que pueden representar todo un desafío.
Separación de alguien querido, ya sea familiar, amigo, pareja: hay una mudanza de afectos, de sentimientos, de confianza. En muchas oportunidades, no contamos en nuestro círculo íntimo con otra persona con la que nos sintamos tan bien o a la que le tengamos tal grado de confianza. Si pudiste mantener una relación así con alguien, tienes la capacidad de generar ese tipo de vínculos y podrás volver a tenerlos (con las modificaciones que te parezcan oportunas) cuando estés preparado.
El pasar de ser hijos a adultos independientes y luego a padres son dos tipos de mudanzas internas con repercusiones únicas y profundas. No tienen vuelta atrás y marcan nuestra personalidad para siempre.
En ciertos momentos de la vida necesitamos muchísimo una mudanza (ya sea interna o externa) para reencauzar el rumbo que queremos tomar. En otros, les tememos y hacemos todo lo posible para que no sucedan, aunque nos demos cuenta de que son inminentes.
Lo que puedo decir como experiencia personal y ojalá les sirva a quienes se están enfrentando a un cambio significativo inminente es, más allá del cansancio, de las dudas, de la movilización interna y de todo lo que estén sintiendo en estos momentos: ¡disfruten el proceso!
¿Estás planeando/has hecho alguna mudanza recientemente?
Escrito por: Merlina Meiler
www.mejoraemocional.com