Escrito por: Adriana Barroso
¿Has sentido alguna vez que todo y todos están en tu contra para lograr tus propósitos y conseguir el éxito y la satisfacción tan deseada? Bueno, pues quizá no se trate de una red que opera contra ti, sino de ti misma metiéndote el pie una y otra vez para no llegar a tu meta.
Desde la psicoterapia Gestalt los que nos autosaboteamos estamos en la interrupción llamada retención o postergación (se pueden postergar actividades o sentimientos) y nos impide llegar al reposo y cerrar con ello el ciclo de la experiencia. Cuando cerramos un ciclo llegamos a la calma, a la satisfacción que proporciona el concluir, con lo que se puede abrir sanamente otro espacio para empezar algo nuevo, porque hay un vacío fértil donde abrir otra experiencia; de otra forma nos encontramos inquietos, con pendientes y pendientes que nos impiden disfrutar del aquí y del ahora.
La frase de la postergación es: luego lo hago.
El miedo que encierra es: al éxito.
El mensaje es: no lo consigo porque no lo merezco.
El valor a rescatar es: el amor a sí mismo.
Si de pronto te has dado cuenta de que te comprometes a hacer muchas cosas, que no terminas lo que empiezas, si tú misma haces las cosas muy difíciles; por ejemplo: quieres hacer un rompecabezas y eres principiante, así que escoges “de una vez algo que valga la pena” y te compras uno de 1,000 piezas de una imagen donde el fondo es casi todo del mismo color, lo que aumenta considerablemente el grado de dificultad, seguramente el rompecabezas terminará sin acabar y guardado; o que pospones tus tareas, te invito a preguntarte si alguna vez alguien directa o indirectamente te dio el mensaje de que no ibas a tener éxito en alguna actividad o en la vida. También pregúntate qué es para ti el éxito, qué encierra y si lo mereces.
Por otra parte, te sugiero que hagas una lista de pendientes y vayas revisando uno por uno, por qué los dejaste en el camino y veas cómo te sientes, y qué aprendes de esas experiencias. Haz lo mismo con las tareas que has concluido y revive la satisfacción y la calma que da el concluir una labor.
Otra estrategia es auto observarte para ver qué haces para que se te haga tarde, no entregues tus proyectos a tiempo, etc. Si descubres, por ejemplo, que no puedes dejar de ver tu programa favorito haz un trato contigo misma y primero haz tu proyecto o una parte de él y como premio ves el programa, ahora sí disfrutándolo y no inquieta porque dejaste de hacer algo. Al principio es un poco difícil, sin embargo, con el tiempo tú misma elaborarás tus propias estrategias y serás tu mejor aliada para conseguir lo que te propones.
Como siempre esta interrupción tiene su parte positiva y es el “saber posponer”, es decir, sabes dar prelación a las cosas por su importancia y por su urgencia; con ello evitas caer en distrés (estrés negativo). Lo importante es aprender a mediar y a no dejarte llevar por el “luego lo hago” extremo que de igual forma te conduce a una conducta que acarrea consecuencias poco deseables y por qué no, al mismo distrés.
Si tienes alguna duda o comentario puedes escribirme a la siguiente dirección de correo electrónico adrianabarrosov@gmail.com