PREGUNTA:
La verdad es que hace cuatro años perdí a mi hijo pero ahora me siento culpable porque siento que pude haber hecho algo para que él estuviera todavía conmigo. Siento envídia al ver otro bebes que sean varones. Mayte.
RESPUESTA:
Aunque no me das detalles de la pérdida de tu hijo, me permito decirte que el hecho de que hables de él es un gran avance.
El dolor de perder a un hijo sean cuales sean las circunstancias siempre provoca un gran dolor en la madre y una gran culpabilidad.
El dolor es por la pérdida de expectativas, ilusiones y físicamente la ausencia.
La culpabilidad siempre aparece por la toma de decisiones, siempre te preguntaras ¿Hice lo correcto, debí haber hecho esto o aquello?, ¿Hice lo suficiente, Porque no hice aquello?, ¿Qué falto por hacer?
Lo importante es reconocer que desde tu amor de madre hiciste lo que pensabas, podías y tenias como opciones en ese momento y fueron las mejores de acuerdo a tu situación del momento.
Tus decisiones, tus acciones, lo que hiciste o dejaste de hacer fue lo correcto para ese momento, es necesario que trabajes en el perdón para que puedas liberarte y seguir con tu vida.
Si te ayuda. Puedes hacer un ritual que te permita liberar esa culpa: puedes pensar y hablar con él desde tu corazón o puedes escribirle una carta (al final la quemas) en ambos casos pídele perdón por lo que quizá no pudiste hacer por él, explícale que hiciste todo lo que creíste correcto y lo mejor para él y lo hiciste desde tu amor, dile que siempre estará en tu corazón, que le agradeces lo que te enseño, que lo bendices y que lo dejas ir. Por otro lado la envidia q sientes por ver a otros niños es normal pero es un sentimiento que te habla de una necesidad de compararte con los demás.
Tu vida es esta, es tu historia, esto es lo que te toco vivir y lo importante no es que te pases el tiempo lamentando lo que no tienes, mejor concéntrate en lo que si tienes, valóralo y lucha por conseguir y mejorar lo que falta y cuando estés lista emocional, física, espiritual y económicamente podrás volver a ser madre; pero recuerda que nadie sustituye a otro ser, cada quien tiene su lugar, su espacio y su tiempo, honra la memoria de tu hijo y sigue adelante.
Nora
