Bienestar

Poder

poderBendita levedad que me permite toser,

mientras zurzo el pequeño pasado,

que con gusto me invita a pasar,

a pasar como la vigencia de las cosas,

como la vida de las personas,

como los amores que te invitan a penar.

Y me relleno de sentido mientras mis yemas necias,

acarician el teclado por mandato cerebral,

que reacciona por el hablar del hipotálamo,

el que me ha jugado de verdugo,

en momentos de soledad.

Mi risa no se pierde, no se toca, ni se apena,

solamente vive puesta y se acurruca al soñar,

y mientras lo hago con los ojos abiertos,

ésta pasadera de vida solamente me toma,

y  así me echa a volar.

Acá arriba los senderos son de algodón,

las mentiras de plástico y el dolor no se ve,

ni se sienten las torcidas y amargas horas,

no haces más que pensar, en ti, en ti,

no aprendes a volar, aprendes a no caer

y es entonces cuando dominas el arte de dominar.

Escrito por: Evangelina Jiménez Olvera

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