La importancia de no dejar dudas en los hijos
Escrito por: Maggie Robles
Ésta es sin duda la explicación que más esperamos todos. Los niños y los jóvenes especialmente son vulnerables y se sienten atacados por sus padres y por todo adulto que haga cualquier recomendación. Mientras tú hablas, ellos piensan para sus adentros la famosa frasecita de los policías: “Hay mamá: Todo lo que digas será usado en tu contra”. Como todo lo ven con agresión, critica, restricción, buscan la manera de usar en tu contra todo lo que dices o haces. Por ello es tan importante explicar el por qué de las cosas.
Un simple: “porque yo lo digo”, “porque yo quiero”, “porque sí”, crea un reto que ellos quieren desafiar. Pero no entiendes que tú ¡lo provocas!
En el artículo: Que tu “no”, sea “no” se explicó en un pequeño relato las consecuencias de sostener el “no” ó ceder.
Esto nos obliga a CUMPLIR lo que se PROMETE con el fin de respaldar el respeto y dar peso a las cosas que uno dice.
“Te voy a castigar”, “te voy a dejar sin domingo”, “si te portas bien te voy a premiar”, “si mejoras tus calificaciones te lo compro”, etc. son algunas de las promesas que debes cumplir a tiempo y sin falta en la medida de lo posible.
Esto, complementado con las restricciones, debe SIEMPRE ir acompañado de una explicación.Nunca dejen dudas que los insten a desafiar, expliquen el POR QUÉ de las cosas a detalle de acuerdo a su edad y entendimiento
Por ejemplo: Si encontraras un letrero que dijera: “Prohibido el paso”. Te aseguro que te provocaría una curiosidad excesiva que te “obligaría” a seguir adelante para saber qué hay, por qué está prohibido el paso.
En cambio, si el letrero dijera: “Prohibido el paso, alta tensión”, te instaría a alejarte de un salto para atrás. De ninguna manera tendrías ganas de “investigar” qué pasa.
Lo mismo pasa con los niños, con los jóvenes, (hasta con los adultos que nos rodean) por favor, nunca dejen dudas que los insten a desafiar, expliquen el POR QUÉ de las cosas a detalle de acuerdo a su edad y entendimiento.
Y sobre todo, prediquen con el ejemplo.
Decía un hombre en una conferencia: “¿Cómo llevaría un tallarín de aquí para allá?... ¿Empujándolo?, bueno, como está cocido tal vez se enrolle, se resista”.
La respuesta: “Jálelo de un extremo y entonces lo manipulara a su antojo”.
Él ejemplificó con un tallarín a los hijos: “Si los empujas ellos se resistirán, pero si vas a la cabeza y con tu ejemplo los guías, ellos serán manejables”.
Cuando les pidas una explicación, créeme que te la darán porque tú haces lo mismo.
Escrito por: Maggie Robles
