Con la temporada de invierno el resfriado se hace presente una vez más. Muchas personas están vendiendo sus gabinetes de la medicina y hacen estallar la vitamina C con la esperanza de evitar el resfriado común. Pero la solución podría llegar a algo mucho más simple que eso: dormir bien por la noche y protegerse del frío abrigandote bien.
Según un estudio de los Archivos de Medicina Interna, la calidad y la duración del sueño influyen mucho en la susceptibilidad al resfriado. Así es, no es sólo la cantidad de tiempo que duermas, sino la calidad en materia del sueño.
El estudio probó dos factores, la duración - el tiempo dedicado a tratar de dormir (apagar las luces y estar en la cama) y eficiencia (el porcentaje de tiempo realmente dormido, cuando el cuerpo está en reposo inconsciente, sueño, etc.). Y los resultados indican que la eficacia fue relevante al prever la enfermedad.
Los participantes fueron puestos en cuarentena y seguimiento para el desarrollo de frío. El estudio encontró que la gente que duerme menos de siete horas, fueron tres veces más propensos a desarrollar un resfriado que aquellos con duermen ocho horas o más. Y las personas que informaron alta eficacia en el sueño - mejor calidad – tienen cinco veces menos probabilidad de desarrollar el resfriado común que los que informaron niveles más bajos del sueño eficiente.