Hoy en día las técnicas quirúrgicas no invasivas están siendo cada vez más avanzadas y efectivas. Una de ellas es la cirugía laparoscópica o laparoscopia, la cual es utilizada tanto para realizar estudios como para corregir algún problema de salud. Uno de sus usos más comunes es el tratamiento de miomas y de endometriosis, así como otros problemas asociados al aparato reproductor femenino.
La laparoscopia es una técnica que permite la visión de la cavidad pélvica-abdominal con el fin de determinar si hay microorganismos. El mismo método permite intervenciones quirúrgicas. El aparato utilizado se llama torre de laparoscopia y entra en el cuerpo a través de una pequeña incisión (entre 0.5 y 1.5 cm).
Como la incisión es muy pequeña, disminuye mucho el riesgo de infección de la herida, el dolor postoperatorio y las lesiones musculares de la pared abdominal. En general, la recuperación es más rápida y más cómoda.
Prácticamente cualquier cirugía abdominal y pélvica puede ser realizada a través de esta técnica, como las de colon, apéndice, de quistes, etc. El cirujano que la realice debe tener amplia experiencia con el uso de la laparoscopia y una sólida formación puesto que aunque es muy parecido, no es exactamente igual a hacer las diferentes operaciones directamente con las manos.
Fuente: TNRelaciones