Pareja

¿Qué hacer cuando piensas que todo es un error?



Tarde o temprano llega un momento en cualquier matrimonio, en que de pronto observas a tu pareja y piensas que todo ha sido un error. Pueden pasar meses o años antes de este momento, pero una vez que la atracción inicial se ha desvanecido, las diferencias y los defectos se hacen evidentes y de pronto te encuentras preguntándote si haz elegido bien.

El romance inicial de cualquier relación tiene un efecto de intenso placer muy similar al que produce la intoxicación por cocaína. Durante este tiempo idealizamos y sobreestimamos a nuestra pareja y las cosas que tenemos en común, ignorando por completo aquellas cosas que más adelante, serán motivo de queja. Una vez que esta ceguera se desvanece, empezamos a conocernos realmente y ver con claridad al otro. De pronto comenzamos a enfocarnos en lo que está mal y podemos llegar a la conclusión de que nos hemos casado con la persona incorrecta.

Empezamos a culpar a nuestra pareja de nuestra infelicidad y a preguntarnos como fue que nuestra relación termino así. Pero en lugar de enfocarte en las fallas de la otra persona, lo que necesitas hacer tomar responsabilidad de ti mismo y de tus expectativas, debes preguntarte por qué de pronto te sientes tan infeliz y qué puedes hacer al respecto. Tenemos que darnos cuenta de que muchas de esas cosas siempre han estado ahí, pero no las veíamos porque estábamos enceguecidos por el amor. Sin embargo, es fundamental aceptar a la persona que hemos elegido con sus virtudes y defectos.

Muchas relaciones terminan porque las mujeres, principalmente, se desilusionan de su pareja. Esto se debe a que están comparando el “ideal” de cómo debiera ser la relación a como realmente es.

Es necesario un esfuerzo para tolerar las diferencias. Debemos entender que las expectativas de “amor ideal” creadas por las películas y los libros, no aplican en la vida real. La rutina y el estrés pueden enfriar una relación. Pero compartiendo lo que sentimos, escuchando al otro y aceptando que tu pareja no es el príncipe azul que imaginaste, sino una persona con defectos; su relación se volverá más madura y a pesar de las diferencias, estarán ahí el uno para el otro cuando es realmente importante.

Sin embargo, de vez en cuando realmente hemos elegido a una pareja que no nos conviene. Personas con alguna adicción como alcoholismo o drogadicción, personas que no comparten tus valores, jugadores o personas que han sido infieles más de una vez, estos son ejemplos de personas que no son buen material para una relación. No es difícil darse cuenta cuando no te conviene continuar con alguien. Reflexiona, de verdad hay un problema con tu pareja, o son tus expectativas las que te hacen infeliz.

No existe la pareja perfecta o la persona indicada, se aprende a ser una mejor pareja. Lo que hace que dos personas sean la ideal para la otra es su disposición a ser abierto al otro, a escuchar y preocuparse por esa persona, y sobretodo, aceptarse como son. Algunas veces el matrimonio duele, pero es necesario para que la relación crezca y madure.

Fuente: Psychology Today

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