Atraemos por afinidad.
Nuestros pensamientos y forma de ser en todas las situaciones provocan que cierta gente se nos acerque o no, ya sea que busquen personas con nuestras características, o por el contrario, la misma conducta hace que se sigan de largo y no reparen en nosotros. Así que es muy importante lo que piensas de ti.
Lo que sucede en tu vida tiene que ver con la fe que tengas en ti mismo.
Las preguntas clave son:
¿En qué medida confías en ti mismo, en tus capacidades, en lo que puedes brindar?
¿Cómo reaccionas ante diferentes circunstancias?
¿Sueles usar palabras descalificadoras o incluso insultos al referirte a ti? (Por ejemplo, qué tonto, no sirvo para nada).<br<
¿Crees que mereces lo mejor, una buena pareja, un trabajo bien, tranquilidad?
¿Cómo te tratas? ¿Te respetas? ¿Pones límites a los demás?
¿Te das el lugar que te corresponde? ¿Acostumbras dejar tus necesidades insatisfechas?
Todo esto se puede resumir en un solo punto básico: la fe que tengas en tu persona.
Como te contemplas a ti mismo, así lo hacen los demás.
Si no te das tu lugar, das cabida a los demás puedan abusar y maltratarte.
Si dudas de tus capacidades o de tu potencial, este será el mensaje que recibirán quienes te rodean.
Si no te valoras y por el contrario te descalificas pensando que no eres una persona lo suficientemente
buena/guapa/inteligente/… ¿qué clase de individuos crees que atraerás a tu vida?
El primer paso para lograr un cambio interno es responder con sinceridad esta pregunta: ¿Qué piensas de ti?
