Diversas

¿Qué son las cicatrices emocionales?

Escrito por: Claudia Villar

D

esde que DulceSofía publicó (Gracias) mi artículo de cicatrices emocionales, algunas personas a quienes invité y animé a que lo leyeran, me han pedido que les explique qué son las cicatrices emocionales y por qué considero que todos las tenemos.

Para poder explicar que son las cicatrices emocionales, te pongo un ejemplo sencillo:
Una paciente mía llegó por primera vez a consulta diciéndome que tenía 2 divorcios y que se sentía extremadamente deprimida porque ya estaba teniendo problemas con su nueva relación. A través de algunas sesiones, pudimos determinar que le molestaba en exceso que no cumplieran con un compromiso ya establecido o que llegaran tarde constantemente a las citas. La situación se había vuelto incontrolable.
Claro que a todos nos incomoda la impuntualidad o que nos cambien los planes a última hora, especialmente si tenemos una agenda compactada. Pero tampoco es como para reaccionar de la forma en que lo hacía mi paciente; ella podía armar un gran escándalo, e inclusive terminaba enredada en un pleito con mucha agresión de ambas partes, para terminar con la misma frase: “Yo a ti no te importo para nada, todo está antes que yo o todo lo demás es mas importante para ti”.
De igual forma, al trabajar en terapia, pudo recordar que frecuentemente, en su niñez, su madre le prometía llevarla al cine, o a cualquier actividad y simplemente no aparecía hasta la noche con la justificación de que había tenido un pesado día en el trabajo. Inclusive, en una ocasión, olvidó recogerla de la escuela y solo se disculpó diciendo que había tenido un enorme problema en la oficina.
Lo importante es que reconozcas que todos merecemos una oportunidad para liberarnos de los temores que hemos generado en nuestro propio universo mental, y que para ello, a veces necesitamos una ayuda externa Esa es una cicatriz emocional que mi paciente creyó que, en la actualidad (como adulta y ahora mamá) podía contar como una anécdota divertida. Sin embargo, aun seguía haciéndola actuar desde su subconsciente lastimado. Le provocaba actuar con inseguridad cuando su pareja le hacía sentir (sin saberlo) que nuevamente estaba en segundo plano o que simplemente se había olvidado de ella.
Después de 3 meses de terapia, mi paciente estaba preparada para tener una nueva actitud hacía cualquier imprevisto del resto del mundo. Aprendió a manejar de una forma diferente sus emociones. Comprendió que ella no podría jamás, por más que lo intentara, controlar las actividades y tiempos de lo demás.

¿Cuáles son tus cicatrices emocionales? Bueno, pregúntate a ti misma cuáles son esas cosas que te resultan simplemente intolerables y que te han causado problemas de forma sistemática.
Todos las tenemos, es normal que el subconsciente haya guardado memorias dolorosas que no pudimos procesar en la infancia y/o adolescencia.
Cuando encontramos esas cicatrices (estímulos), podemos liberar la emoción atada o relacionada. Si te cuesta aun soltar esa emoción, no lo dudes, busca ayuda profesional. Puedes encontrar talleres de PNL (Programación Neuro Lingüística) que te ayudarán a reconocer las emociones y  a realizar cambios en tus acciones. O bien, puedes acudir a una terapia psicológica en casos más agudos.
Lo importante es que reconozcas que todos merecemos una oportunidad para liberarnos de los temores que hemos generado en nuestro propio universo mental, y que para ello, a veces necesitamos una ayuda externa. Lo único que podemos perder en terapia, son cicatrices emocionales. Y lo que podemos ganar, son relaciones mas sanas, especialmente para no dejar cicatrices tan dolorosas en nuestros propios hijos.

Escrito por: Claudia Villar
Psicóloga.

Leave a Reply

Your email address will not be published. Required fields are marked *

*