Escrito por: Adriana Sánchez
¿Qué pasa por la mente de las mujeres al ver una revista con una modelo, ultra delgada en bikini, en una pose sensual?: “Qué envidia, ojalá fuera ella…”, “Claro, seguro se mata de hambre…”, “El photoshop hace maravillas...”, “Seguro todo es operado…”, “¿Quién va a querer estar conmigo si hay mujeres como esa?”, en fin una serie de pensamientos descalificadores no solo hacia la modelo sino hacia nostras mismas.
La mujer ha sido educada para ser bonita, sin embargo las tendencias sociales marcan lo que significa ser bella dependiendo de lo que a los diseñadores se les ocurra. Cada mujer es sensual, la misma constitución de nuestro cuerpo nos predispone a ello, tenemos herramientas externas usadas por siglos para exaltar nuestra belleza; el maquillaje, la ropa y accesorios de los cuales podemos echar mano, para hacerlo. Sin embargo los utilizamos para esconder lo que no nos gusta de nosotras o en su defecto nos ponemos lo que esta de moda aunque no nos favorezca.
Que alce la mano quién nunca se haya visto al espejo y haya deseado cambiar algo de su cuerpo; subirse las bubis o hasta aumentarse unas cuantas copas para sentirse sexy, quitarse la lonja para verse plana porque dicen que ese es el cuerpo perfecto, respingarse la nariz para parecerse a esa actriz que ni mexicana es. ¿Hace cuanto que no ves a una mujer de 30 años con un cabello de tono natural y nada maltratado?, ya casi todas hemos caído en la magia y adicción del cambio de look; luces, mechas, reflejos, extensiones, etc., o ¿que tal las uñas?, francés, natural, transparente, con piedras, sellos; en fin la industria de la belleza termina por darnos tantas opciones como nos sintamos aburridas, y yo me pregunto ahora ¿Cuánto tiempo nos dura sentirnos la más bonita? O más simple aún, ¿bonitas?
¿Alguna otra mujer es exactamente igual a ti? Entonces ¿Por qué buscar parecerse a las demás?¿Alguna vez te ha pasado que conoces a una mujer que no tiene el mejor cuerpo o la cara más bella, pa’ acabar pronto no es ni cercana al ideal de belleza que perseguimos, y sin embargo se ve linda, y hasta podríamos decir que sexy? ¿Qué hacen esas mujeres que sin cumplir con los cánones lograr captar las miradas en la calle?
Pues el secreto es sentirse primero a gusto en sus tacones, saben que la auto aceptación inicia dentro de si mismas, no luchan poniéndose el pantalón dos tallas más chicas pensando que son más delgadas, utilizan el pantalón que les entalla perfecto y realza la propia belleza de su cuerpo. No van copiando las actitudes o el look de nadie, se miran al espejo se aceptan tal cual son y solo utilizan lo que les queda. No es dejar de usar las opciones que nos brinda el exterior para enfatizar nuestra belleza, sino ante todo es moverse sintiéndose únicas, bellas y sexys.
De principio yo propongo reconciliarnos con nuestro ser interior, con la mujer que ya hemos decidido ser, eso implica ver nuestra forma física, aceptar todas y cada una de las partes de nuestro cuerpo como son y sacarles provecho. La sensualidad es algo que tiene que venir de adentro y manifestarse afuera. Si yo me siento bonita caminaré como tal, no sólo es ponerse plastas de maquillaje o usar tacones, es cultivar la actitud de sentirse bonita, de verse al espejo y disfrutar lo que veo, es mostrarme como un ser único e irrepetible.
Para saber si tienes el potencial para proyectarte como una mujer bella y sexy contesta estas dos preguntas y sabrás la respuesta: ¿Alguna otra mujer es exactamente igual a ti? Entonces ¿Por qué buscar parecerse a las demás?
Escrito por: Adriana Sánchez
Psicóloga.
