Dejar el narcicismoa atrás: el verdadero poder Boomer
Escrito por: Vivian Diller*
Poder Boomer. Está en todas las noticias. El reciente reporte de PEW hizo público nuestro tamaño masivo: 78 millones de personas, tan solo en los Estados Unidos, cumplirán 65 años y habrá 10 mil más que alcancen esta edad cada día durante los próximos 19 años. De acuerdo con el Wall Street Journal, nuestros números son suficientes para impulsar un cambio en las campañas publicitarias de las compañías más grandes del mundo. "La generación de la posguerra (Boomers)” según dicen, “provocaron el advenimiento de los aros hula-hula, los pantalones acampanados y seguirán siendo un mercado influyente conforme crece”.
Somos la mitad de los consumidores de Estados Unidos, según reporta SymphonyIRI, una compañía de investigación que predice las tendencias. Los Boomers, dicen, probablemente despilfarren alrededor de $50 mil millones de dólares en sí mismos durante los próximos 10 años, en lugar de heredar su dinero a las futuras generaciones. Los analistas de Standards & Poor escriben “Ninguna otra fuerza le dará forma a la salud económica de la nación, a las finanzas públicas y a la política de manera tan irreversible como el envejecimiento de la población.”
El poder Boomer está floreciendo. ¿Qué sigue? La responsabilidad que viene con toda esa influencia.
Artículos recientes en el Huffington Post también hablaban del poder Boomer. “¿Te sientes invisible? Los lectores opinan” hizo un llamado a toda la gente de 50 para arriba: “Ignórenos bajo su propio riesgo. Compraremos lo que queramos comprar, y bien podría ser algo distinto a lo que tú estás vendiendo”. Otro bloguero escribió: “Los Baby Boomers pueden encontrar fortaleza en los números”, dicienco que “podemos utilizar nuestro mejor cualidad como grupo—la sabiduría de la edad—y convertirla en sabiduría colectiva. Podemos utilizar nuestros números y aplicar nuestra sabiduría para cambiar la situación en la que vivimos.”
Claramente, los Boomers nos estamos uniendo, tomando conciencia de nuestra influencia y poder. ¿No es momento de cambiar de una postura defensiva, de dejar de dar explicaciones y felicitarnos entre nosotros, hacia una actitud de poner el ejemplo para las generaciones que siguen?
Es comprensible que hemos estado un poquito demasiado preocupados con entender esta parte de envejecer—cómo seguir siendo útiles y visibles en una cultura obsesionada con la juventud. Ha sido todo un reto incluso para los que tenemos buena salud, trabajos estables y familias amorosas. Es un reto sobre el cual escribí en un texto anterior. Parece ser que estamos tan enfocados en nosotros mismos que no nos hemos dado cuenta que los chicos y chicas en nuestros retrovisores podrían necesitar nuestra guía y consejos. Esta generación entre los 30 y los 40 quieren aprender cómo dejar ir, seguir adelante y caer de pie.
Matthew Perry, una de las estrellas de la serie “Friends”, ahora está en un nuevo programa “Mr. Sunshine”, y recientemente habló con el New York Times: “Pasaba mucho tiempo pensando en mí mismo, pensando que la fiesta empezaba al llegar yo,” dijo el actor de 41 años. “Soy un hombre muy diferente a ese ahora.” Quien hablara abiertamente de sus problemas emocionales desde el final de “Friends”, ahora tiene la perspectiva de “alguien que por fin a decidido poner las cosas en orden y vivir una vida más iluminada,” según dijo Jamie Tarses, un ex ejecutivo de televisión.
El camino de Perry me recuerda a otros hombres y mujeres de su generación que han respondido a los artículos que escribo sobre la psicología de envejecer. Este grupo más joven piensa mucho sobre cómo será la mediana edad para ellos, les preocupa que la edad afecte su trabajo y sus relaciones. Sus respuestas a veces son empáticas: “Nos preocupamos por vernos más viejos, por volvernos invisibles incluso a nuestra edad”, escribió uno. Pero hay otros que son más críticos, incluso desafiantes sobre estos temas. “Vamos,” escribió uno, “supérense, dejen de obsesionarse con las canas, las bolsas, las arrugas.” Otro comentó, “Nos dejaron un mundo con muy poco dinero y mucha gente. ¡Dejen de ser tan narcisistas!” Fácil para ellos decirlo, cuando les faltan una o dos décadas para llegar a los cincuenta, pero tal vez tengan un punto de razón.
En nuestra defensa, el envejecimiento nos tomó a muchos Boomers por sorpresa. Apenas comenzamos a entender todo relacionado con nuestra edad, pues así estuvimos de ensimismados en las protestas por la guerra de Vietnam, luchando por los derechos civiles y en la revolución feminista. Y claro, en nuestras fiestas—del tipo Bob Dylan, Woodstock, drogas, amor y paz. Al llegar a los cuarenta y cincuenta, construimos nuestras vidas alrededor de la premisa de no perder ni un segundo, determinados a mantener “nuestros cuerpos y almas” fuertes y vitales, planeando seguir jóvenes para siempre. Los entrenadores, el Pilates, los faciales, los dermatólogos, oftalmólogos, incluso los psicoterapeutas, se volvieron parte de nuestra rutina, tanto como el criar a los hijos e ir a trabajar.
Ese es mi punto: ¿Hay algo que hagamos cotidianamente—además de trabajar, cuidar a nuestras familias y ver por nuestra salud y apariencia—para hacer de este un mundo mejor? Una pregunta cursi, lo sé, que se arriesga a que hagan caras de incredulidad y me recuerda la letra, igualmente cursi, que cantaba Michael Jackson, (quien, por cierto, ahora tendría 50 años), “Si te importan los que viven, haz de este un mejor lugar, para ti y para mí”. Si eres, como yo, una de las cerca de 1500 millones de Boomers que estarán vivos para el 2050 (según estimados de la ONU), tal vez sea una pregunta que vale la pena considerar.
¿Qué tal si los que nos interesa dejar nuestro narcisismo atrás dejamos que nuestras acciones hablen? ¿Qué tal que tomamos la responsabilidad que viene naturalmente con nuestros números masivos y añadimos a nuestros regímenes de cuidado una actividad, una vez por semana—sí, hablo de programarla en nuestra agenda—que no se enfoque sólo en nosotros? Algo que se trate de algo más que ayudarnos a vernos y sentirnos bien, pero que rutinariamente sirva para crear significado. Puede ser sobre devolver en formas que ya lo hacemos—las donaciones o servicios que ofrecemos a la caridad, causas y campañas—pero que también pueden ser actos diarios de cuidado y generosidad. El verdadero poder Boomer se trata de ser dignos modelos a seguir para la siguiente generación.
Herb Alpert, el trompetista ganador del premio Grammy, habló sobre mantener la música viva a través de su apoyo a la Escuela de Artes de Harlem. “Se oye un poco cursi, lo entiendo, lo sé,” dijo acerca de su trabajo filantrópico. Está haciendo su parte a los 75 años, mostrándole a los Boomer cómo envejecer con gracia y generosidad.
Julianne Moore le dijo a la revista InStyle, “Algo que te dicen los 50 años es: de acuerdo, el tiempo está corriendo. Tienes todo esto por lo que estás feliz y orgullosa. Pero hay algo que no has hecho que has estado esperando hacer y que, de cualquier manera, ya no quieres seguir posponiendo. ¡Hazlo!”. El “hacerlo” significa para ella trabajar con Save the Children. En marzo, Moore fue la portada de la revista, se veía vibrante y hermosa, pero son sus acciones las que hablan por sí mismas.
¿Cómo pueden mis acciones de hoy reflejar la responsabilidad de un Boomer? Bueno, una amiga de mi hija necesita ayuda para filmar su documental sin presupuesto que se llama “La longevidad del amor”. Me ofrecí a ser asistente de producción para ayudarle a filmar a sus suegros, de 98 y 93 años, mientras cuentan la historia detrás de sus 72 años de matrimonio. Tal vez no me dé tiempo después de ir al gimnasio, pero de alguna manera creo que me hará sentir mejor al final del día.
Dime qué harías para mostrarle a la siguiente generación el verdadero significado de la edad y la sabiduría. Sólo imagínate, si las generaciones se unieran, un acto bondadoso, un día a la vez, qué tan poderosos podríamos ser para “crear un mundo mejor” para todos.
*Vivian Diller es psicóloga, bailarina profesional y modelo. Conocida por sus artículos de belleza, envejecimiento, medios, modelos y bailarinas. Es autora del libro Face It: What Women Really Feel As Their Looks Change una guía psicológica para ayudar a las mujeres a lidiar con sus emociones respecto al cambio en su apariencia.