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Quién eres y a dónde vas

Tu personalidad reflejada en el eneagrama

El Eneagrama es una herramienta de psicología que nos ayuda a conocer y a entender, de una manera clara y profunda, nuestro tipo de personalidad y el de la gente que nos rodea. Es un mapa del comportamiento humano basado en nueve diferentes tipos de personalidad, las cuales nos revelan cómo funciona la mente, y nos permite ver y comprender por qué pensamos, sentimos y actuamos de tal o cual manera.

Todos tenemos, en mayor o menor grado, tendencias de las nueve personalidades, ya que son características humanas. Sin embargo, como dice Helen Palmer, “hay un punto central o una energía que predomina más en mí y organiza todos mis pensamientos, sentimientos, acciones, planes… Este punto central es un punto ciego, porque es difícil detectarlo a simple vista”. Lo importante no es saber en qué soy igual a los demás sino descubrir en qué soy diferente, para así poder identificar mi tipo de personalidad en el Eneagrama.

Cada una de las nueve personalidades son valiosas e importantes por igual. Cada una tiene tanto sus propios talentos como sus limitaciones específicas, y en esta diversidad radica la riqueza que se necesita para lograr la armonía del mundo.

¿Para qué me sirve conocer el Eneagrama?

• Me enseña a conocerme y aceptarme como soy en realidad, con mis habilidades y limitaciones, y dejar de aparentar lo que no soy.
• Me ayuda a mejorar mis relaciones con mis seres queridos y con la gente que me rodea, ya que puedo comprenderlos desde su personalidad y no desde mi punto de vista.
• Me ayuda a descubrir y a entender muchos aspectos desconocidos de mi personalidad, como: ¿qué es lo que estoy buscando?, ¿qué me mueve a actuar desde mi interior?, ¿cuáles son mis miedos, mis talentos y cualidades?, ¿qué es lo que me enoja?, ¿cuál es la parte difícil de mi personalidad que me causa problemas?
• Me muestra con exactitud en dónde me tienen atrapado mis pensamientos, mis miedos, mis defensas y mis conductas.
• Me indica cómo puedo crecer y madurar. De igual manera, me alerta para no caer en el deterioro y la autodestrucción.
• Me señala cómo percibo sólo una parte de la realidad. Así aprendo a conocer cómo la ven los demás.

¿Cuál es el principal objetivo del Eneagrama?

Su objetivo fundamental es despertarme, conocerme y proporcionarme herramientas que amplíen mi conciencia para entender quién soy y hacia dónde voy.

Sin darme cuenta, a lo largo de mi vida he adquirido hábitos mecánicos y repetitivos que me han servido para sentirme seguro, para sobrevivir y para ser querido y aceptado. De igual forma, he aprendido a crear barreras y defensas para no ser lastimado. Por desgracia, todas estas conductas automáticas que tuvieron un propósito positivo, que es protegerme, en un momento dado llegan a atraparme y se vuelven en mi contra. Un ejemplo: de chico, para evitar que me lastimaran, aprendí a protegerme siendo fuerte y agresivo. He repetido tantas veces este comportamiento que ya forma parte de mi personalidad; entonces, cuando siento que algo me amenaza, este comportamiento se dispara de manera involuntaria, lastima a otras personas y me impide crecer.

El objetivo es reconocer cuáles son mis hábitos repetitivos y darme cuenta, con plena conciencia, en qué momento empieza a actuar esta conducta mecánica y compulsiva, y tener la habilidad de separarme de mí para observar cómo actúa mi personalidad. En ese instante, debo aprender a detenerme, a no engancharme, a romper con esa compulsión que tengo de quejarme, de corregir, de ayudar, de controlar… En vez de actuar en piloto automático, según mi costumbre, debo respirar profundo hasta relajarme y lograr un estado receptivo que me permita entender más a la otra persona, además de comprender las cosas como son en realidad.

Sólo si me conozco:

• puedo cambiar, crecer y trascender.
• soy dueño de mí mismo, me controlo y dejo de actuar en automático.

puedo saber qué quiero y hacia dónde voy.
• me acepto, me caigo bien y me perdono.
• puedo entender y relacionarme mejor con los demás.
• puedo responderle mejor a la vida.

En cambio, si no sé quién soy, la vida decide por mí porque estoy dormido.

¿Cuáles son los nueve tipo de personalidades?

Tipo de personalidad “UNO”:
Es perfeccionista, ético, ordenado, íntegro, meticuloso, estructurado, exigente y moralista. Su punto ciego es la ira.

Tipo de personalidad “DOS”:
Es servicial, cálido, generoso, amigable, complaciente, sentimental, compasivo, manipulador y dependiente. Su punto ciego es la soberbia.

Tipo de personalidad “TRES”:
Es ejecutor, seguro, práctico, activo, competente, ambicioso, protagonista y vanidoso. Su punto ciego es el engaño.

Tipo de personalidad “CUATRO”:
Es creativo, hipersensible, artista, original, emotivo, intuitivo, romántico, intenso y temperamental. Su punto ciego es la envidia.

Tipo de personalidad “CINCO”:
Es observador, reservado, analítico, inteligente, curioso, independiente, frío y solitario. Su punto ciego es la avaricia.

Tipo de personalidad “SEIS”:
Es leal, responsable, confiable, cauteloso, obediente, comprometido, escéptico e indeciso. Su punto ciego es el miedo.

Tipo de personalidad “SIETE”:
Es optimista, ingenioso, soñador, divertido, aventurero, hiperactivo, rebelde y superficial. Su punto ciego es la gula.

Tipo de personalidad “OCHO”:
Es protector, líder, asertivo, decidido, poderoso, impositivo, impulsivo y controlador. Su punto ciego es la lujuria.

Tipo de personalidad “NUEVE”:
Es conciliador, tranquilo, adaptable, mediador, relajado, distraído, necio y conformista. Su punto ciego es la pereza.

¿Qué es la personalidad y qué es la esencia?

Para entender el Eneagrama es importante saber que cada uno de nosotros está formado por dos partes: una es la personalidad y otra es la esencia.

La “personalidad” son todas aquellas características que definen mi identidad: yo pienso, yo hago, yo siento. Son todos aquellos comportamientos aprendidos que he adquirido a lo largo de mi vida. A través de repetirlos una y otra vez se convierten en hábitos, como la educación que recibí, mis creencias, miedos, actitudes, acciones, sentimientos y recuerdos. Mi forma de protegerme y defenderme para no ser lastimado es parte de mi personalidad, así como mi manera de expresarme, de caminar, de vestir, entre otras cosas; en resumen, son mi disfraz o la cara que doy al mundo para sobrevivir y sentirme seguro.

La esencia, como dirían Riso y Hudson, es mi verdadera naturaleza: “somos mucho más que nuestra personalidad”. La esencia es esa parte espiritual, la parte del Creador que tengo dentro de mí y que es independiente a mi religión. Por estar tan apegado a mi personalidad y al mundo material, la descuido y olvido reconectarme con mi verdadero origen. Olvido recordar lo que soy. El peligro es que estoy tan absorto en mi personalidad, en mis preocupaciones, en pertenecer, en defenderme, en hacer dinero, en estar a la moda, en presentar una imagen ante los demás, que, sin darme cuenta, me identifico a tal grado con mi personalidad que ésta se apodera de mi vida y se convierte en mi identidad.

Lo ideal es lograr un equilibrio entre mi personalidad y mi esencia, ya que ambas se necesitan entre sí y forman parte de lo que soy.
El Eneagrama muestra con claridad la forma en que cada tipo de personalidad se aleja de su esencia, y cómo esta desconexión causa una sensación de vacío, confusión, frustración, miedo, aburrimiento e insatisfacción. En cambio, cuando puedo estar en mi centro y a la vez receptivo y abierto a lo que sucede en ese preciso momento, sin criticar ni juzgar; cuando experimento la vida tal como es, algo mágico ocurre: empiezo a percibir a las personas y a la vida desde otra dimensión y con mayor claridad. Surge la espontaneidad. Todo adquiere más color, nitidez y significado. Me siento contento, ligero, libre, flexible, productivo, más sensible y en armonía con la vida. Estoy en paz y siento agradecimiento y bienestar, como cuando llego a mi casa después de un largo viaje y experimento con certeza: “De aquí soy.”

¿Cómo descubro qué tipo de personalidad soy?

Primero necesito tener una intención real de conocerme a fondo, porque todos nos sentimos buenos y perfectos, no queremos cambiar nuestros hábitos y no nos gusta ver lo que nos incomoda de nuestra personalidad: “¡Así soy y te aguantas!”
Tengo que aprender a observarme muy de cerca, tomar distancia de mí para analizar cómo actúa mi personalidad. Observarme es la única manera de conocerme y empezar a cambiar. Requiere de gran esfuerzo, atención y práctica porque, además de que mi mente tiende a distraerse con facilidad, crecer y madurar es una decisión personal.

Lo más importante es observarme y descubrirme en el momento en que me quejo, juzgo, presumo, siento envidia, dudo… Con el simple hecho de darme cuenta, sin juzgarme ni culparme, cincuenta por ciento del trabajo ya está realizado. Una vez que lo reconozco en mí y lo acepto, este hábito empieza a desaparecer por el simple hecho de hacerlo consciente.

Cuando aprendo a observarme con más detalle y descubro características muy específicas que describen cierto patrón de mi comportamiento, es cuando puedo ubicarme con facilidad en el Eneagrama. Cada tipo de personalidad describe ciertas características muy específicas. Debes identificarte al menos con 70 por ciento de ellas para saber que ésa es tu personalidad base. Una vez que descubro mi tipo de personalidad, entiendo y acepto cuál es mi motor o la raíz que origina todos mis pensamientos, sentimientos y acciones. Es entonces cuando inicia el cincuenta por ciento restante del trabajo. El verdadero reto del Eneagrama es crecer; es decir, trabajar, transformar y trascender para sacar lo mejor que hay dentro de mí, lo más bello, íntimo, delicado y espiritual, que es mi esencia.

¿Qué son los tres centros de inteligencia?

El Eneagrama plantea que cada uno de nosotros tenemos tres centros de inteligencia:
• La cabeza o inteligencia mental: En ésta se encuentran los pensamientos, las estrategias, las ideas, la lógica, el razonamiento, la imaginación, los sueños, las fantasías, los recuerdos, los símbolos, las matemáticas, etcétera.
• El corazón o inteligencia emocional: Aquí se encuentran las emociones, los sentimientos, la prudencia, la verdad, la empatía, la compasión, el amor, el dolor, las pérdidas, la conexión con el otro y conmigo mismo.
• El cuerpo o inteligencia instintiva: Es en donde se encuentran las sensaciones, las corazonadas, el “me late o no me late” algo, nuestros instintos, la fuerza, el autocontrol, los límites, la intuición, los impulsos, la acción. Aquí experimento la libertad, la plenitud, el bienestar o la enfermedad.

Todos tenemos estos tres centros de inteligencia, pero los empleamos de forma desequilibrada. Unos somos más pensantes; otros, demasiado impulsivos y viscerales; otros somos demasiado sensibles. Lo ideal, como en todo, es lograr la armonía y el equilibrio entre mis tres centros. Para esto, debo observarme de una manera objetiva y darme cuenta de qué centro predomina en mí y a cuál de ellos lo tengo más descuidado.

El Eneagrama divide las nueve personalidades en grupos de tres, llamados “triadas”, y los coloca en cada uno de estos tres centros. Cada tríada comparte características en común y percibe la vida, la filtra, la experimenta y reacciona ante ella desde un centro de inteligencia.
Los tipos de personalidad “OCHO, NUEVE Y UNO” pertenecen al centro del cuerpo.
Los tipos de personalidad “DOS, TRES Y CUATRO” pertenecen al centro del corazón.
Los tipos de personalidad “CINCO, SEIS Y SIETE” pertenecen al centro de la cabeza.

Breve descripción de los nueve tipos de personalidad

Personalidad tipo “UNO”:

Perfeccionista, ético, íntegro, vive de acuerdo con sus principios morales. La verdad y la justicia son muy importantes. Muy serio, exigente y rígido consigo mismo y con los demás. Es inaudito que rompa sus reglas. Tiene la necesidad compulsiva de actuar según lo que es correcto y de corregir el “error”. Se fija metas altas para mejorar y se compara constantemente con los demás. Se siente dueño de la verdad y está convencido de que él tiene la razón. Es muy trabajador, ordenado y meticuloso; busca la perfección en todo lo que hace, razón por la cual casi nunca alcanza el “ideal”, lo que le provoca frustración y enojo. Percibe todo como blanco o negro, con pocos tonos de gris. Pospone decisiones por temor a cometer errores, ya que pueden criticarlo o juzgarlo.
Los demás le dicen: “Relájate, no seas tan duro y estricto, no pasa nada”.

Personalidad tipo “DOS”:

Optimista, cariñoso y muy servicial. Busca ayudar, agradar, ser indispensable y ser el centro en la vida de aquellos que le interesan; es por eso que gusta de aconsejar, apoyar y sentirse querido y necesitado. Le resulta fácil relacionarse y hacer amigos. El amor, los sentimientos y las relaciones humanas son de vital importancia para él. Necesita que lo necesiten, por lo que le cuesta trabajo decir ”no” y prefiere mil veces dar que recibir o pedir. A la vez, con aire de superioridad, se siente orgulloso de no requerir de casi nada. Piensa: “¿Qué harían sin mí?” Con tal de ganar afecto puede sacrificarse o ayudar en exceso; también puede volverse inoportuno posesivo e invasivo en la vida de los demás y abandonarse a sí mismo.
Los demás le dicen: “¡No te metas, no me ayudes, déjame, yo puedo solo!”.

Personalidad tipo “TRES”:

Es ejecutor y realiza lo que se propone. Es eficiente, competente y seguro de sí mismo. Le resulta fácil motivar y convencer. Busca admiración, éxito y prestigio. Habla mucho de sí mismo. Es adicto al trabajo, siempre está de prisa, tiene mucha energía y metas definidas por alcanzar. Es hábil y práctico para hacer muchas cosas a la vez; sin embargo, tiende a descuidar los detalles. Maestro de la “actuación”, utiliza diferentes máscaras para impresionar a los demás y lograr su aprobación. Con tal de ser el mejor o llegar a la meta, congela sus sentimientos, se vuelve frío y puede atropellar o pasar sobre otros sin darse cuenta. Le preocupa el “qué dirán”, razón por la cual le da mucha importancia a reflejar una imagen de ganador en su casa, ropa, coche, familia, etcétera.
Los demás le dicen: “Calma, disfruta el momento, no todo es trabajo y éxito.”

Personalidad tipo “CUATRO”:

Es creativo, le gusta ser original y diferente a los demás. Posee gran sensibilidad para crear belleza. Es hipersensible, intuitivo, sincero y muy empático. ¡Las emociones profundas y los sentimientos lo son todo! Le gusta la naturaleza, la intensidad de la vida; sueña y fantasea
con momentos románticos. Su intensidad para sentir es superior a cualquiera: “Mis tristezas son tragedias y mis alegrías son descomunales.” Sus repentinos cambios de humor le generan problemas, ya que puede pasar con facilidad del odio al amor o de la alegría a la melancolía sin explicación alguna. Se siente vacío, incompleto, “algo” le falta para ser completamente feliz. Añora lo que no tiene y no valora lo que tiene.
Los demás le dicen: “Deja de exagerar y hacer drama, no seas tan intenso.”

Personalidad tipo “CINCO”:

Es observador, objetivo, analítico y tiene una mente muy clara. Le apasiona el conocimiento y, cuando le interesa algún tema, se convierte en especialista. La mayor parte del tiempo vive en su mente. Busca un espacio para estar a solas, pues ahí se siente seguro, se recarga de energía, investiga, crea, sintetiza, reflexiona y se divierte. A veces se siente diferente y que no encaja con los demás, por lo que busca ser autosuficiente para no depender de la gente. Colecciona desde objetos sofisticados hasta cachivaches. Tiende a retraerse y aislarse; por lo que le cuesta trabajo relacionarse, abrazar, expresar, tocar sentimientos, o apapachar al otro. En ocasiones desearía ser invisible y observar sin tener que participar o comprometerse.
Los demás le dicen: “Aterriza, involúcrate, interésate, muestra sentimientos.”

Personalidad tipo “SEIS”:

Es responsable, trabajador, comprometido y leal. Sentir seguridad y confianza es lo más importante para él, y por eso le gusta saber en dónde está parado. Es escéptico, se cuestiona todo y no se la cree a la primera, así que es cauteloso y precavido. Duda de la gente que no es coherente con lo que predica y hace. Cuando está enojado se torna defensivo y evasivo. Le da miedo tomar decisiones importantes y necesita el apoyo de alguien para hacerlo. Está muy consciente del peligro, es nervioso; por ello, le gusta planear y tener opciones de emergencia por si algo sale mal. Cuando siente angustia y ansiedad, se puede imaginar escenas catastróficas que puede experimentar como si fueran reales. La autoridad le crea conflicto: puede ser sumiso o rebelarse ante ella.
Los demás le dicen: “Aviéntate, no pasa nada, cree más en ti, sí puedes.”

Personalidad tipo “SIETE”:

Es optimista, espontáneo, aventurero, simpático y soñador. ¡Se quiere comer al mundo, probar de todo y no perderse de nada! Busca lo agradable y divertido de la vida, ama la libertad y evita al máximo el dolor y el sufrimiento. Usa su encanto y optimismo para seducir y conseguir lo que quiere. No tiene límites. Es hábil para todo y no se especializa en nada. En su mente, visualiza y se deleita con el futuro al planear un sinfín de actividades y experiencias excitantes: viajes, fiestas, nuevos negocios, restaurantes, gente interesante. Su agilidad mental, su entusiasmo y falta de disciplina lo llevan a planear más de lo que puede hacer en realidad. Como consecuencia, no cumple, no termina, se vuelve superficial y poco confiable.
Los demás le dicen: “Comprométete, crece, termina lo que empiezas, no todo es fiesta.”

Personalidad tipo “OCHO”:

Es protector, generoso, asertivo, directo y va al grano. Tiene mucha energía, es muy dominante y duro, le gusta el control y sentirse fuerte y poderoso. Es visionario y muy trabajador: hace que las cosas ocurran. Protege a los suyos, es un líder natural y ante cualquier injusticia utiliza su fuerza y agresividad si se requiere. Es rebelde, visceral y se enfurece con facilidad. Su manera de hablar intimida y asusta a la gente. Puede confrontar con violencia; no conoce los límites, la culpa ni el miedo. Recrudece la realidad. Es intenso y excesivo en todo. Es “la autoridad”, así que obedece las reglas sólo cuando le convienen; de lo contrario, las rompe. Le atrae la gente independiente y decidida; desprecia a los débiles, inseguros y mediocres.
Los demás le dicen: “Contrólate, ten tacto, no seas tan impulsivo y agresivo.”

Personalidad tipo “NUEVE”:

Es mediador, tranquilo, adaptable, sencillo y muy querido. Busca mantener la paz y la armonía a cualquier precio. Prefiere ceder con tal de evitar el conflicto. Minimiza los problemas y deja que se resuelvan solos. Le gusta la comodidad, la rutina y vivir muy bien. Es muy positivo y complaciente; como consecuencia, se olvida de sí mismo y se deja llevar por los gustos y necesidades de los demás. “Ellos van primero.” Tiende a distraerse y a perder el tiempo con temas triviales, y deja para el último momento tareas importantes que puede hacer hoy. Rara vez se enoja pero, cuando lo hace, explota y se vuelve terco. Tomar decisiones, establecer prioridades y tener iniciativa no son su fuerte, por lo que prefiere dejarse ir con la corriente.
Los demás le dicen: “Despierta, muévete, enójate, defiéndete, no te dejes.”

El eneagrama

Andrea Vargas

Editorial Alamah

México, 2008

Págs. 21-41

Escrito por: Andrea Vargas

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