Un estudio revela que seguir tu instinto es la mejor opción para tomar decisiones importantes, por el contrario cuando nos enfrentamos a decisiones simples lo mejor es usar la razón.
Es importante poner en una balanza los pros y contras al momento de tomar una decisión, si aún así no llegas a una conclusión, deja que tu instinto sea el encargado.
El alcohol facilita la toma de decisiones ya que actúa como desinhibidor, ayuda a relajarte cuando estas torturándote la cabeza con un tema, solo hay que ser consientes de que entre más copas, menso capacidad de juzgar.
Por otra parte no debemos precipitarnos a tomar decisiones cuando estemos nerviosos o molestos. Los expertos afirman que la ansiedad y el estrés no solo dificultan la toma de decisiones, si no que suelen conducir a elegir erróneamente, además de tardar un par de días en desaparecer. Lo más conveniente es aclarar tu mente antes de actuar; dormir lo suficiente puede ser una opción para llegar a conclusiones rápida y eficazmente.
Consultar con tus amigos o familiares es una buena alternativa, el escuchar diferentes puntos de vista te ayudará a valorar las opciones y elegir el camino correcto.
Algunas decisiones pueden parecer correctas a corto plazo pero desastrosas con el paso del tiempo. Por ello no es recomendable pedir puntos de vista a gente que no te conoce bien, ya que solo te confundirá.
Muchas veces hay gente que te aconseja con el fin de beneficiarse a ellos mismos, intenta alejarte de esa gente a la hora de tomar decisiones importantes.
Nunca te fíes de la experiencia, toda situación es diferente, nueva y única, por lo cual se debe afrontar como tal.