Escrito por: Evangelina Jiménez
Cuando era pequeña soñaba con ser cantante, mi micrófono era el desodorante de alguna de mis tías o el cepillo de mi mamá y “disque cantaba” frente al espejo, o imitaba a los locutores más polémicos de la radio y entretenía a los más grandes, posteriormente decidí que quería escribir y hacía odas a todo lo que veía pensando que “algún día” muchas personas podrían leerlas… ¡ay los niños!.
Mi primo quería ser futbolista como la mayoría de los chamacos, después decidió que quería ser músico y tocaba la flauta para encantar serpientes, “según él” tendría un grupo musicalSiempre hay tiempo para realizar tus sueños, aférrate a ellos, sacúdete los miedos, persíguelos, imagínate realizándolos y seguro los vas a alcanzar... y tocarían frente a muchas personas.
Una de mis amigas soñaba con casarse de blanco, tener muchos hijos y dedicarse al hogar, cortaba las sábanas de su abuelita y las usaba para diseñar su vestido de novia, le daba de comer a niños imaginarios y besaba la puerta figurando que era su marido llegando a casa.
Todos terminamos estudiando o haciendo cosas diferentes a lo que soñamos ser de chiquitos, sin embargo, nuestros sueños no están peleados con nuestra profesión u oficio, solamente fueron el conducto perfecto para guiarnos a ellos.
Y ninguno se ha rendido, al paso de los años nuestro corazón nos pidió a gritos seguir nuestros sueños, mi primo es un Ingeniero en Sistemas que toca en un grupo musical y ahora encanta los oídos de muchos extraños que gozan de sus composiciones.
Yo soy una abogada que estudia locución, escribe porque sino se vuelve más loca de lo que ya está y en este preciso momento me estás leyendo. Mi amiga sigue en la búsqueda de su príncipe azul con todo y castillo, aunque ya no besa puertas sí está a la expectativa de poder ser mamá muy pronto, mientras tanto, diseña vestidos para otras con sueños blancos.
¿Cuál era tu sueño?... Pues aun está esperándote sentado en algún rincón de tu mente desgañitándose para que lo sigas, no lo dejes esperando más, siempre hay tiempo para realizar tus sueños, aférrate a ellos, sólo no se equivoca el que no hace nada, sacúdete los miedos, elimina el “no” de tu vocabulario, anímate a revivirlos, persíguelos, imagínate realizándolos y seguro los vas a alcanzar...
Escrito por: Evangelina Jiménez