
Nadie como yo, conoce el lenguaje de tu cuerpo
Así que puede ser que busques, y encuentres, en otras comas, puntos, admiraciones, interrogaciones, negras, negritas, blancas, redondas, tipografías diversas, párrafos enteros…
Pero sus bocas desconocen el lenguaje oculto de mi lengua
Porque yo te miré sin palabras
Mi lengua recorrió el camino de tu pecho como trueno sin lluvia, provocando interrogaciones
Tu espalda ante tales sensaciones, se erguía sin comas
Tu boca repetía mi nombre sin puntos
Y, complacida vi como tu cuerpo se cubría con el brillo de cientos, de miles de cristales, al sentir el contacto con el mío sin paréntesis
Sólo con admiraciones
Pidiendo más
Gritando mía
Al comprobar que tú, amaste a mi lado sin condiciones, sin puntos, ni comas…
Escrito por: Rebeca Harfuch