Bienestar

Somos parte de un mismo universo

todos_somos_igualesEscrito por: Evangelina Jiménez

Somos parte de un mismo universo, la tierra gira hacia el mismo sentido, el sol sale para todos y la forma de la luna es igual aunque hoy la vea regordeta y tú sólo te percates de que está luminosa, leemos los mismos periódicos, escuchamos las mismas estaciones de radio, la muerte puede estar en tu esquina o en la mía, esperándonos.

No tenemos conocimientos irrefutables, somos mortales, todos. Observamos la tristeza ajena que compartimos sin saberlo como la emoción del gol a pesar de que seamos partidarios de equipos contrarios. Cargamos maletas de sentimientos de distintos colores y desconocemos que el de al lado carga el mismo peso o hasta más, estamos al corriente del llanto, experimentamos la risa, la soledad.

Son idénticos nuestros pasos por distintas calles. Tal vez diferimos en idiomas, en nacionalidades, en tiempos, en espacios, y aunque compartimos el mismo mundo no estamos concientes de que diferimos el planeta interior.

Y las diferencias vienen a nosotros en cajas de circunstancias, imparables, incontrolables, caen a nuestras puertas sin medida. No se desgasten no podemos detenerlas. Eso nos hace convivir, las distinciones no extremas nos encaminan a un cosmos diverso habitado por seres que internamente son idénticos pero que externan pluralidad, bendita sea.

Agradezco hoy ser distinta a ti, gratifico que tú seas opuesto a alguien más, que la cadena de distinciones continúe, nos llevará a tomar de la mesa de multiplicidad lo que sume a  nuestra esencia. No olviden que somos particularidades que andan por rumbos impacientes, tenemos pesos distintos, algunos carecen de ojos y otros teniéndolos solamente los usan para mirar pero somos parte de la misma nada que aspira al todo común.

Tenemos acceso a las mismas cosas, algunas están más lejos que otras pero finalmente la distancia entre ellas y yo o entre ellas y ustedes es igual, porque sin importar nuestro sexo, color, religión, código postal, país, idioma, profesión, oficio o cualquier otra diferencia que se aprecie a simple vista, buscamos las mismas cosas, pues sin distinción lo que queremos es ser felices.

Así que camina libre por tu calle, aprecia el aire que es el mismo que yo inhalo, no compartimos lugar pero que maravillosa es la esencia universal que nos permite ser desconocidos en una circunferencia idéntica, que nos deja vivir la misma vida dotándonos de tanta divergencia para que la conclusión sea que vayamos hacia el mismo lugar.

Nuestros nietos no verán el saludo al desconocido, la ayuda al otro no será noticia que sea capaz de vender y aunque sucederá yo ya no lo contaré, ni tú, pero podemos ser aliados desconocidos dándonos cuenta de nuestra empatía interna.

Mi color favorito es el verde, el tuyo tal vez no, me encanta comer helado cuando hace frío, tú tal vez prefieras un café, no me gusta la lluvia y a ti quizá te encante empaparte, pero te apuesto mi reino a que todos vemos caras desconocidas de forma constante, no sabemos a donde ir de repente y sólo miramos hacia los lados haciendo pausas para respirar y poder dar el siguiente paso.

Ése paso que en su conjunto nos conduce al mismo acertijo. Y creo de forma certera que es la razón escondida por la cual nos levantamos, la búsqueda de esa respuesta es la que activa mis resortes cuando suena el despertador, todos los días me levanto de la cama esperando que sea justo ése día en el que encuentre la respuesta, seguramente lo haré porque hoy sé que mi esencia no se contrapone a la tuya y que cada quien en su justo momento resolverá el rompecabezas.

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