Bienestar

Temblores que sacuden

temblores-que-sacudenEl sábado pasado tembló, 6.5 grados en la escala de Richter. El epicentro fue en Guerrero pero sin duda sacudió gran parte del país.

Un temblor así o hechos aún más catastróficos me enseñan muchas cosas, pero principalmente que la vida está en constante cambio, que podemos planear, querer, desear, pretender controlar, diseñar un futuro inmediato o a largo plazo, sin embargo hay cosas que van más allá, que de un día para otro nos obligan a dar un giro al timón, si no es que el mismo hecho lo da.

No creo que siempre podamos estar preparados para los cambios, quizá podemos prevenir que los daños sean menores, estar medianamente listos para tomar medidas, pero la vida y sus hechos nos siguen sorprendiendo una y otra vez. Quizá la pregunta sería: ¿Qué tanto estamos abiertos a esos cambios? ¿De qué manera los tomamos?

La reacción inmediata puede ser maldecir, llenarse de rabia, buscar un culpable aunque no siempre lo haya, lo mismo que una explicación; sin embargo nada de eso ayudará a que se resuelva lo que se tenga que resolver. No siempre tiene que haber respuestas para todo, a veces uno tiene que esperar para encontrar solución, otras actuar de inmediato, el chiste pienso yo, es no quedarse ciclado en la tragedia.

Saber que somos vulnerables a veces nos puede poner en una posición de desventaja, pero esa vulnerabilidad nos puede dar ventaja si la sabemos aprovechar. Paradójicamente saber que todo puede pasar y cambiar, nos puede proporcionar tranquilidad, estar alertas no es estar en el estrés o vivir con miedo. Estar alerta tampoco es llamar a las cosas negativas o estar paranoicos. Simplemente estar alerta nos mantiene en la apertura, en la creatividad y en la aceptación de que lo que no podemos controlar.

Cuando las cosas se salen de “control” lo que nos duele es precisamente eso, que se rompe la burbuja de cristal que pensamos que hemos construido. Nos obstinamos en que las cosas sigan igual, y eso mismo nos paraliza para resolver o actuar a favor quizá de algo mejor.

Desde luego parece ridículo pensar que un hecho de la naturaleza, como puede ser un temblor, huracán o cualquier manifestación que traiga muertes, desgracias y mucho dolor, puede resultar a nuestro favor. Tampoco es que siempre resulte a nuestro favor, sino que nosotros mismos elegimos cómo reaccionar ante hechos incontrolables. Repito, son incontrolables y hay dos opciones, o nos empeñamos en quererlas controlar acompañados de mucha frustración o aceptamos que SON a pesar de nuestros planes “perfectos”.

Escrito por: Regina Kuri

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