Ir de compras puede parecer un acto superficial, pero sus beneficios pueden ser mayores de lo que pensamos.
A menudo se cree que la “terapia de compras” es una forma de llenar un vacío por un rato pero pasado el efecto se regresa a la depresión. Pensamos que es algo sumamente materialista. Sin embargo, como la mayoría de las cosas en la vida, todo depende del enfoque que se le dé.
Las compras son una de esas conductas hedonistas que nos hacen sentir bien, comprar es divertido e incluso puede favorecer nuestros lazos sociales. Salir a comprar con nuestras amigas nos brinda una sensación de bienestar.
De acuerdo a una investigación holandesa, ir de compras incluso puede ayudarnos a combatir la soledad, siempre y cuando la “terapia” esté dirigida correctamente: si compramos porque creemos que adquirir nuevas cosas resolverá nuestros problemas o para demostrar un estatus social, los efectos no serán favorecedores y nos sentiremos más solitarios; sin embargo, si nuestra razón para comprar es simplemente que nos hace feliz y pasar un buen rato, puede ser una buena forma de combatir la tristeza, el estrés e incluso la soledad. Este disfrute, aunque sea a solas en el momento, es algo que se puede compartir.
Ir de compras para confortarnos es una conducta común, es un apapacho que es válido darnos; siempre y cuando se haga con moderación. Cuando llevamos al exceso esta conducta podemos convertirnos en compradores compulsivos. Cuando gastamos más de lo que tenemos esa compra emocional se vuelve contraproducente; aunado al malestar previo sentimos ahora culpa por el gasto.
El solo hecho de caminar por el centro comercial y ver los aparadores es suficiente para que empecemos a sentirnos mejor. Alejamos por un rato de nuestra mente todo aquello que nos agobia y preocupa. De pronto se cruza un antojo o un capricho, y no tiene nada de malo tomarlo. Sólo debemos ser moderados. Hay una línea muy delgada entre “terapia de compras” y “comprar compulsivamente”. Si sabemos llevar nuestras compras correctamente, ir de compras puede ser mucho más que llenar tu closet de cosas nuevas, también tú te puedes llenar de nueva energía y vitalidad.
