No existen absolutos cuando se trata de relaciones; lo que para unos funciona, puede no ser lo mejor para otros. Es por eso que es necesario determinar qué tipo de relación buscamos, pues si nuestros objetivos no son los mismos, y eso no queda claro desde el principio, esto puede generar conflictos más adelante.
Relación tradicional. Es la que Disney y las comedias románticas se han encargado de idealizar. La que nos enseñaron desde que éramos niños: la idea de que un hombre y una mujer se encuentran, descubren que son almas gemelas y deciden pasar el resto de su vida juntos. Si bien, ya no tiene la misma prevalencia que en otros tiempos, todavía existen parejas que buscan ese ideal de casarse y ser felices juntos.
Relación abierta. En esta, la pareja está comprometida emocionalmente, pero se permite una libertad sexual; existe el consentimiento de ambas partes para que el otro pueda involucrarse sexualmente con otras personas.
Cada quien en su casa. Este es un tipo de relación que está tomando auge. La convivencia diaria no siempre es sencilla, es por eso que hay quienes deciden tener este tipo de relación y se benefician de ese deseo prevalente de ver al otro, mientras que mantienen fuera de la vista del otro esas áreas poco favorecedoras de la personalidad. Son personas que buscan su espacio y que aunque algunos días compartan el techo con el otro, tienen la libertad de regresar a su independencia.
Solo sexo. No todas las personas quieren tener una pareja formal, hay quienes solo buscan pasar un buen rato. Si existe buena química en la cama, pero las personas no se quieren involucrar en el sentido emocional, es necesario dejar esto en claro desde el principio.
Estos son sólo algunos tipos ¿conoces algún otro? Déjanos tus comentarios
Escrito por: Elena Pedrozo
