Bienestar

Todos tenemos un lago Ontario

lagontarioEscrito por: Adriana Barroso

Marilyn Bell fue la primera mujer en cruzar el lago Ontario en 1954. Era un 8 de septiembre, cuando aquella jovencita de 16 años se armó de coraje, valor y venciendo su miedo a la obscuridad se sumergió en aquel reto. En dicha prueba había otros dos nadadores profesionales quienes se fueron quedando en el camino. Marilyn nadó 51.5 kilómetros durante 20 horas y 59 minutos.

La temperatura del agua era de 21 °C; había  vientos tan fuertes que levantaban olas de 5 metros y las anguilas lampreas, a las que temía ella tanto, le iban atacando sus piernas y brazos.
Durante el recorrido Marilyn mantenía su energía con Pablum (un cereal para bebés), miel de maíz y jugo de limón rebajado con agua. Su entrenador y la tripulación del barco que la iban cuidando durante la travesía la apoyaban y la estimulaban para que lograra su meta. Cuando llegó a su destino la esperaban 300, 000 personas para darle la bienvenida; además la CNE le dio el premio de 10,000 dólares que en un principio sólo había ofrecido a Florencia Chadwik, una de las nadadoras que no terminó el recorrido.
Como ven Marilyn Bell pudo enfrentar sus miedos y al contar con su voluntad, esfuerzo y el apoyo de su familia y amigos logró cruzar el lago Ontario. Esta historia nos enseña que todos en nuestra vida tenemos un lago Ontario que atravesar. Desde la infancia se van presentando los retos diarios y sólo los podremos vencer si contamos con la fuerza interior necesaria. Quizá, esteTodos tenemos un lago Ontario que atravesar en la vida. Desde la infancia se van presentando los retos y sólo los podremos vencer si contamos con la fuerza interior necesaria día mi lago Ontario sea conseguir un empleo, hacer ejercicio, cambiar mis hábitos alimenticios, superar una pérdida o simplemente mantener la calma cuando algo no sale como yo quiero. Es importante aprender a reconocer que mi principal fuente de energía y motivación está dentro de mi misma y que puedo contar con el apoyo de los demás, pero éste de nada servirá si yo no me empeño en ser mi propio motor puesto que pondría mi fuerza fuera de mí, y nadie nos asegura que los demás estén hasta el final. Del mismo modo, es primordial conocer nuestras áreas débiles y fuertes para tomar mayor conciencia de mis recursos personales y trabajar las áreas donde tengo alguna dificultad o carencia.
Tal y como lo hizo Marilyn habremos de vencer nuestros miedos y  claro que, como ella, durante nuestra travesía, podemos sentirnos cansados, impotentes y hasta enojados pero siempre sin perder la fe en nosotros mismos.
Podemos contarles la historia de Marilyn a nuestros niños, considero que la edad ideal para hacerlo es de los 7 años en adelante, y aplicarla a sus retos escolares; estoy segura que los motivará para afrontar con una actitud más positiva sus tareas diarias, pues sabrán desde pequeños que la vida siempre nos pondrá algún lago Ontario frente nosotros el cual habrá que cruzarlo y al hacerlo habremos aprendido mucho de nosotros mismos y estaremos orgullosos de nuestro esfuerzo. Y ahora… ¿ya sabes cuál es tu lago Ontario? Pues… ¡adelante!

Escrito por: Adriana Barroso

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