Bajar de peso - dietas

Trucos mentales para bajar de peso

La mente es poderosa. Aquello que pensamos influye en nuestras acciones y actitudes hacia lo que nos rodea. Lo que nos decimos y pensamos permite, para bien o para mal, que nos programemos en una dirección, de tal forma que nuestros pensamientos pueden convertirse en nuestros aliados para lograr lo que queremos o en infranqueables barreras para sabotearnos. Bajar de peso tiene un gran componente mental y a menudo conviene, aún antes de iniciar la dieta, que nos preparemos mentalmente.

Para estar en nuestro peso ideal y tener el cuerpo que deseamos es necesario un compromiso con nosotros mismos y un cambio de hábitos que serán para siempre. No se trata de hacer dieta dos meses y luego regresar al estilo de vida previo. Debemos aprender a cuidar nuestro cuerpo, alimentarnos sanamente y adquirir el hábito del ejercicio, pero apuesto que esto ya lo has escuchado cientos de veces. El problema no es lo que tenemos que hacer, sino nuestra actitud ante ello. Lo que puede hacer tambalear nuestra voluntad o ayudarnos a lograr resultados definitivos. Mentalizarnos sobre nuestro deseo de bajar de peso puede ayudar.

Tener en claro que hay detrás de nuestros objetivos nos puede ayudar a tener más control sobre nuestra voluntad. Una dirección clara nos ayuda a lidiar mejor con los obstáculos que podamos encontrar en el camino. Por lo tanto, una de las primeras cosas que deberías hacer es preguntarte ¿Por qué quieres bajar de peso?

Si quieres perder esos kilos porque piensas que con ellos se irán tus inseguridades y vendrá una mayor aceptación, es probable que fracases. Es cierto que bajar de peso te puede ayudar a sentir mejor, pero no es una solución ante un problema de autoestima. Si te falta amor propio, no importa que peses 80 o 50 kilos, el problema seguirá ahí y es más probable que te sabotees.

En cambio, si centramos nuestro deseo de adelgazar en estar sanos y prevenir enfermedades, con frecuencia nos encontraremos con que no resulta tan difícil hacer el esfuerzo. Pues valoramos cómo aquello que hacemos para bajar de peso nos hace sentir mejor gradualmente. De pronto nos sentimos con mayor energía y eso impulsa nuestra voluntad para seguir adelante.

Otro truco que nos puede ayudar viene en forma de pregunta: ¿De verdad tengo hambre? Estas cuatro palabras pueden ser un gran aliado en tu camino al peso ideal. Con frecuencia, comemos para satisfacer un vacío que no es necesariamente físico. Emociones como la ansiedad, la tristeza o el enojo pueden hacernos recurrir a la comida. No es de extrañar, el alimento tiene efectos en nuestro cerebro que nos brindan una sensación de bienestar. Pero esta sensación es efímera y no resuelve el verdadero problema. Es necesario preguntarnos si en verdad tenemos hambre o estamos intentando cubrir otra cosa. En este sentido, también puede ser conveniente recibir apoyo psicológico y emocional de un especialista, pues esto nos ayudará también a reducir la frecuencia de esa “hambre emocional”.

Otra cuestión que afecta en gran medida nuestra constancia es simplemente una cuestión de percepción. Imagina la siguiente situación. Tenemos dos personas a las que les hemos dicho que tienen que recorrer cierta distancia a pie, no les decimos exactamente cuánto. Lo único que les damos son percepciones sobre el camino que deberán recorrer. A uno le decimos que es un largo camino, que es sinuoso y que probablemente termine adolorido; al otro le decimos que la meta no está demasiado lejos, que el camino es interesante, tiene vistas agradables y que, aunque pueda ser agotador, vale la pena.  ¿Cuál de estas dos personas crees que llegará a la meta con más energía? ¿Quién crees que es más probable que llegue hasta el final? ¿Cuál se sentirá más motivado?

Lo mismo ocurre con nuestra percepción sobre esos hábitos que tenemos que cambiar. Si vemos la dieta y el ejercicio como sacrificio o tortura, nos costará mucho trabajo seguir adelante. Estar sanos no implica que tengamos que sufrir, al contrario, se trata de sentirnos mejor. Es necesario identificar cuál es nuestra actitud hacia los esfuerzos que tenemos que hacer para bajar de peso, pues no debe ser una lucha sino un compromiso. Si disfrutamos el camino y mantenemos la consciencia de que hacerlo vale la pena, los esfuerzos ya no parecerán tan grandes.

Decisión y constancia son factores clave para lograr cualquier cosa que nos propongamos. Bajar de peso no es sólo una cuestión física, sino emocional y mental. Estos pequeños trucos son factores mentales que te harán más sencillo lograr ese nuevo estilo de vida que te permita estar sano y en tu peso ideal.

Escrito por: Elena Pedrozo

Leave a Reply

Your email address will not be published. Required fields are marked *

*