Hay muchísima información allá afuera sobre cómo perder peso. Dietas, ejercicios, menjurjes, rituales, tips, alimentos “milagrosos” y una larga lista de etcéteras que prometen ayudarnos a lograr nuestro objetivo de eliminar esos kilos de más. Pero entre ese mar de información, mucho de lo que nos llevan es a lo menos inservible y en ocasiones, peligroso.
Dietas desintoxicantes
Este tipo de dietas prometen limpiar tu cuerpo y “deshacerse de todo lo que no necesitas” en poco tiempo. Pero algunos expertos señalan que esto no tiene sentido porque el organismo tiene los órganos necesario para limpiar tu cuerpo –el hígados y los riñones–. Hay quienes se está utilizando el término desintoxicar muy a la ligera y solo causan caos en nuestro organismo.
Dejar los lácteos
Parece que los científicos no se deciden respecto a qué tan positivos o negativos son los lácteos para nuestra salud. Mientras que algunos afirman que los lácteos con altos niveles de proteína nos ayudarán a perder peso, otros dicen que nuestro cuerpo no necesita de ellos. Los expertos no se ponen de acuerdo, pero lo cierto es quienes esto parece funcionar, los resultados se deben a que no sustituyen los lácteos por otros alimentos. Ninguna dieta debería dejar fuera grupos alimenticios y lo más importante es tener una alimentación balanceada que nos permita alcanzar nuestro peso de forma saludable y sostenida.
Darte un día libre
Algunos expertos señalan que cuando nos damos un día para romper la dieta es posible que terminemos comiendo en exceso compensando, de forma inconsciente, todo lo que no hemos podido comer en días. Vemos esos días libres como una oportunidad para “hacer trampa” de nuestra dieta y disfrutar de lo que nos hemos restringido, pero quizá ahí está precisamente el problema, el sentir que nos privamos de algo dificulta el que adoptemos la dieta porque aún queremos seguir disfrutando. Se vale disfrutar, se vale darnos esporádicamente la oportunidad de disfrutar, con moderación, de lo que nos gusta.
Tomar mucho té verde
El té verde tiene muchas propiedades y puede ayudar; sin embargo, si no te gusta, no es necesario que te tortures bebiéndolo constantemente. La diferencia que pueda hacer el té verde no es muy significativa y esto aplica para cualquier alimento “milagroso” que prometa facilitar la pérdida de peso. Lo cierto es que sin una dieta balanceada y ejercicio, ningún té o fruta hará maravillas. Conviene conocer cómo nos pueden ayudar y elegir los que mejor se ajusten a ti y tu estilo de vida.
