Bienestar

¡Tú no necesitas la aprobación de los demás!

1.aprobacion

 

Escrito por Chuchi González

Los aplausos son maravillosos, regocijan el alma y nos impulsan para seguir; pero una cosa es “gozarlo, disfrutarlos” y otra muy distinta “necesitarlos” como nutriente para vivir, para sentirnos valiosas, para atrevernos a ir por nuestros sueños, para accionar, para defender nuestras ideas, para en definitiva sentirnos “con sentido”.

La mayoría de las veces cuando “urge que la motivación venga de afuera” estamos frente a un problema de autoestima. No tenemos “auto-estima” pues todo nuestro eje está en el exterior, de alguna forma podríamos decir que la autoestima es la estima que los otros tienen de nosotros.

Este síndrome de la búsqueda compulsiva de la aprobación de terceros, surge desde la infancia con nuestros primarios vínculos, las creencias de nuestros padres, las limitaciones que se nos impone; recuerda por ejemplo: “Dile a tu hermana que te ayude porque tú no puedes sólo”, “Ojo, que tu padre te mire para cruzar la calle, estás muy chico”, “No puedes sólo con eso necesitas apoyo”, “No hables de esa forma porque no te van a querer más”, etc.; creo que ya entiendes de que se trata.

En ese pasado en el que en verdad no podíamos realizar determinadas tareas, se fue germinando el problema que hoy boicotea tu vida de adulto. Si bien entonces éramos pequeños, nuestros educadores deberían reforzar en algún punto la fe hacia nosotros mismos como pilar de una autoestima futura saludable. Algunos crecimos y desarrollamos herramientas propias para equilibrar la imagen interna con la externa, desenvolvernos con soltura, independencia y hasta fuimos capaces de elaborar nuestro punto crítico, nuestro mirada.

Otro sin embargo, no lograron escaparse de la tela de araña de los mandatos e imposiciones sociales y ya maduros, aún esperan que los “mayores” (Término acuñado a los otros, puede ser un amigo, pareja, padres, compañeros, cualquiera diferente a uno mismo) les digan que es lo que tienen que hacer de sus vidas, como actuar y hasta incluso como y a quién amar.

Síntomas de quienes necesitan aprobación externa:

• No tienen un punto de vista formado sobre algo, son cambiantes de  acuerdo a sus conveniencias


• Buscan agradar todo el tiempo a todo el mundo, es decir “pretenden” ser aceptados el 100% de las veces


• No se exponen en sus sentimientos

•No son directos ni frontales, suavizan los mensajes “para no herir”

•No toman riesgos

•Se deprimen cuando alguien no está de acuerdo con sus prácticas o pensamientos

•No aceptan las opiniones contrarias, tienden a creer que el resto está errado

•Critican a los disidentes

•Piden disculpas por todo lo que hacen

•Son aduladores y manipuladores

•Dicen cosas que no sienten para ser aceptados en grupos o relaciones

•No se comprometen con sus emociones

•Parecen seres superficiales

•Tiene pánico a la soledad y al rechazo

•Viven la vida según los códigos de los demás

•En apariencia viven en función de los otros



Este comportamiento altamente auto-destructivo, tiene una variedad amplia derecompensas ocultas, entre ella podemos citar:

•Quedan libres de cargos y culpas, los otros siempre tienen la responsabilidad de lo que pasa

•Mantienen la misma estructura emocional

•Fortalecen la zona de confort en la que se encuentran evitando los traumas del cambio

•Al mostrarse vulnerables, logran captar la atención de los que los rodea

•Logran aprobación, aceptación, y apapachos

•Ganan protección

•Fomentan la autocompasión, interés y “amor”



Más allá de lograr la gloria pagan altos precios emocionales, pues todo su bienestar cotiza en mercado. Si la gente los aprecia, son felices, plenos. Si la gente los ignora, se sienten vacíos, y desorientados.

Hay muchas formas de transformar este modo de andar por la vida; lo primero que debes hacer es escuchar tu corazón, ¿Realmente te satisface depender de las opiniones ajenas? ¿Crees que podrás manipular siempre los juicios que los demás tengan sobre ti?

Luego deberás aceptar que no todos estarán de acuerdo contigo en todas las situaciones o posibilidades, y que los más cercanos son los que más fácilmente discrepan con nosotros; pero tus opiniones o sus opiniones acerca de cómo ver la vida, son sólo eso “opiniones”, es decir “posibilidades” y existen un sin número más; respeta la elección de cada quién, y haz respetar las tuyas.

Expresa tus emociones sin temor a ofender o dañar a los demás, ese temor encierra en la mayoría de las veces, la soberbia de creernos lo suficientemente importantes como para que el otro “elija” desmoralizarse por nuestras interpretaciones. Pero sí, concierne un espacio de ética a tu forma de transmitir tu mensaje, basado en códigos de convivencia, y el mutuo respeto.

Cuando empieces a entrar en conexión contigo mismo, advertirás con gran sorpresa, que tienes suficiente madera para hacer una barca hacia la felicidad.



Escrito por Chuchi González

COACH ONTOLOGICO-ESCRITORA-TALLERISTA MOTIVACIONAL

BLOG: http://www.womeninfreedom.blogspot.com

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