Los minerales cuentan con funciones específicas en nuestro cuerpo, por ello es muy importante tratar de mantener una dieta equilibrada que nos permitan la absorción de muchos nutrientes, enzimas y hormonas vitales para las diferentes actividades de nosotros. Por ello es recomendable adquirir las vitaminas y minerales de los alimentos naturales tratando de evadir la ola creciente de alimentos procesados llenos de conservantes. Recordemos que para obtener una salud óptima es adecuado añadir las verduras a su plan alimenticio, esto de seguro ayudará al cuerpo a satisfacer sus necesidades nutricionales de forma natural.
El consumo de verduras ayuda a reducir el colesterol en la sangre, eliminar los elementos metálicos y radiactivos del cuerpo, contienen propiedades antibióticas, combaten la obesidad, fortalecen los huesos y los dientes. Los minerales más importantes son el hierro, zinc, cobre, cromo, flúor, yodo, selenio, manganeso y molibdeno. Hay una gran cantidad de documentación sobre los beneficios saludables y las propiedades medicinales de las verduras. Se sabe también que ayudan a mejorar la transmisión nerviosa, mejorando la digestión dado a que ablandan las masas duras, e incluso se les atribuye propiedades anti-envejecimiento.
Las verduras producen energía celular, pero requiere de muchos minerales, como el hierro, cobre y zinc, que actúan como cofactores de la enzima en la síntesis de muchas proteínas, hormonas, neurotransmisores, y el material genético. Las Verduras son alimentos muy versátiles, que pueden ser incorporados fácilmente en muchos platos, como sopas, ensaladas y postres. Cada persona absorbe los minerales de una manera ligeramente diferente, un proceso llamado individualidad bioquímica. Sea cual sea el potencial nutricional de un alimento, su contribución es nula si no pasa la prueba de absorción.
La absorción de los minerales depende de muchos factores diferentes. No menos de la que es la edad, así como la adecuación de la producción de ácido en el estómago, el equilibrio de la flora intestinal, la presencia o ausencia de enfermedades intestinales y parásitos, y la cantidad de ingesta de fibra dietética. El envejecimiento aumenta el riesgo de una condición que comúnmente se asocia con una disminución de la secreción de ácido clorhídrico en el estómago. El problema es que a medida que el nivel de producción de ácido clorhídrico reduce la capacidad del cuerpo para absorber los minerales de forma adecuada.