Bienestar

Única finalidad: Sonreír, para lo que no hay plazo

finalidadsonreirEscrito por: Evangelina Jiménez

Me siento feliz y agradecida, aún me falta mucho por hacer, por sentir, por vivir y ¡que bueno! pero quiero decir en voz alta que hoy tengo serenidad, que mi alma ya no pena por las madrugadas, que mi mente ha dejado de forzar las respuestas y permite que lleguen cuando tengan que hacerlo, y lo mejor… ya no hay intranquilidad en caso de que éstas no se den.

Mis ansias se van con cada bocanada de humo de cigarro, se confunden con la contaminación, ya no tienen el peso de la incertidumbre.
Floto por mis adentros, no soy feliz aún ¿quién lo es?, sin embargo, lo perseguimos, sé que llegaré ahí, no sé como, pero todo mi ser me susurra que ese destino es el mío. A pesar de eso, la alegría es inmensa, momentánea seguramente, ya estoy uniendo mis encantos para convencerla de que se quede para siempre, está cediendo.
Mientras eso sucede, trabajo con lo que tengo, mi salud, mi familia, mis amigos, con lo nuevo que la vida me da a diario, la sonrisa del repartidor de periódicos, los saludos del portero del edificio del trabajo, las llamadas telefónicas con Petaca, cargar a Matías, escuchar las historias de mi niña Sandy y las confesiones de Brenda, contemplar la carita de Ana Sofía, el abrazo de mi madre, las desveladas con mi hermana, las anécdotas de mi abuela, los consejos de mi padre, el dominó con mi hermano, cantar mi canción ¡gritarla!, simplementeMírate al espejo, si aun estás en tinieblas no te preocupes, no sé cuando pero pronto saldrás de esa cueva, verás respiro hondo y dejo que por un momento se detenga el tiempo con la única finalidad de sonreír, para lo que no hay plazo.
Hacerlo desde adentro, desde mis entrañas, mi mente es libre, puede pensar lo que quiere, mi corazón también y puede sentir lo que se le de la gana, ambos deciden pensar y sentir algo positivo, jalar pura buena vibra. Sí, soy tan optimista que hasta creo que la selección mexicana puede hacerla en éste mundial, tengo mentalidad de campeona ¿Por qué no?
No lastimo a nadie, ni a mí, porque me siento satisfecha, alegre, como si por dentro estuviera llena de colores de tonalidades pastel. Estoy cansada también, físicamente me siento muy desgastada, pero basta con recordar que estoy viva y que tengo tanto que hacer aún, para que mis ojos se despeguen y logre dejar mi cama deliciosa y cómoda.
El motivo que me levanta todos los días soy YO, la sensación de satisfacción, lo logré, creí que no podría, que la tristeza me vencería, que jamás dejaría de tocar las nubes grises, de lamerme las heridas, de sobarme los golpes de mis propios errores, y hoy después de que mi gran aliado, el tiempo, dejó su huella, puedo decirme en el espejo ¡Lo lograste! ¿No que no?
¡Sí que sané bien!, tal vez me sepa mejor aún porque probé en grandes cucharadas el sentimiento contrario, no lo sé, pero qué bien se siente.
Mírate al espejo, si aun estás en tinieblas no te preocupes, no sé cuando pero pronto saldrás de esa cueva, verás. Si al reflejarte ya te ves tal cual eres y alcanzas a distinguir incluso a la persona que tanto extrañabas dentro de ti, ríe a carcajadas, contágiate y hazlo con los demás, comparte ese lado de ti mismo, sin pena, sin vergüenza. Al contrario, con ánimo de que todos los demás rían contigo, desde adentro y hacia afuera.

Escrito por: Evangelina Jiménez

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