Seis ejercicios para eliminar perturbaciones de tu mente que te mantienen intranquila
El primero es un ejercicio respiratorio: si cambias tu patrón de respiración, cambia al instante la mente; por eso siempre que observes o sientas que va surgiendo un pensamiento negativo, una crítica destructiva, un hábito negativo o un sentimiento o emoción negativa, exhala de inmediato con firmeza como si los estuvieras expulsando de tu ser y de tu vida.
Conforme vas sacando el aire visualiza, imagina o siente como van siendo expulsados uno a uno y al inhalar profundamente y despacio te imaginas que entra desde el cosmos mucha paz y armonía y te vas sintiendo muy bien, muy satisfecho.
El segundo ejercicio es una meditación: que se denomina meditación consciente o “auto observación de uno mismo”, como si fuésemos un testigo, que no juzga, ni critica sólo observa, así:
Durante todo el día debes prestar atención a todo lo que sucede en el mundo externo y en el mundo interno. Mantenerte abierta a todo lo que ocurre. Observa inclusive tu postura al estar sentada, al caminar, al trotar, al trabajar, al comer, al leer, observa todo lo que haces y cómo lo haces.
Esta práctica debes realizarla tanto cuando estas disfrutando, como cuando estas sufriendo, observa tus pensamientos y sentimientos. Este ejercicio “del testigo” o de “auto observación de uno mismo”, te ayuda a conocerte más profundamente, ello te permite ir descubriendo tus debilidades para superarlas y tus fortalezas para aprovecharlas.
También te permite observar tus aflicciones personales, tus problemas, tus preocupaciones, darte cuenta de ellas, sin juzgarlas, sin justificarlas, sin eludirlas, simplemente las observas objetivamente, serena, tranquila; entonces dejan de amenazarte y no huyes de ellas, no te dan miedo, ni te producen ansiedad, ni angustia, sino las resuelves con seguridad, esa actitud te lleva a trascender.
El tercer ejercicio es una respiración: En general la mente se está moviendo todo el tiempo, de un lado al otro, brinca del pasado al futuro. En cambio el cuerpo está siempre aquí y ahora. Tu respiras aquí y ahora, no puedes respirar en pasado o en futuro, tienes que respirar en este preciso momento; es decir el cuerpo permanece en el presente y la mente en general en el pasado o en el futuro; hay una separación entre el cuerpo y la mente, precisamente por esta separación surge la ansiedad, la angustia, la preocupación y que a la vez producen mayor tensión. El ejercicio para llevar la mente al presente, pues no existe en realidad otro momento que el eterno presente. Cuando comiences a pensar demasiado en el futuro o en el pasado, sólo relájate y presta atención en tu respiración; siéntate cómodamente, cierra los ojos, observa tu respiración, siente tu respiración ahí en tus fosas nasales, o en tu pecho o en tu abdomen, inhalas y exhalas lentamente siéntela, al hacerlo se irá volviendo cada vez más lenta; si normalmente respiras 13 o 20 veces por minuto, empezarás a respirar 7 o 4 veces por minuto y así tu mente empieza a estar aquí y ahora totalmente tranquila y a gusto.
El cuarto ejercicio es una meditación: siéntate en silencio, cierra los ojos, relájate mira hacia adentro hasta llegar a 4 centímetros debajo del ombligo, donde se encuentra el centro de energía conocido como “el Hara” o también conocido como el segundo chacra; presiona un poco y respira lenta y profundamente con el abdomen y siente como sube y baja, al inhalar y al exhalar respectivamente, permanece ahí concentrada, medita sobre el valor, la seguridad y la fortaleza interior, eso hará que tus energías vitales se centren ahí; el resultado de esta meditación es eliminar los miedos y adquirir valentía y seguridad interior.
El quinto es un ejercicio respiratorio: para eliminar el nerviosismo y atraer tranquilidad al instante; durante el día, cada vez que te acuerdes, respira tan profundo como puedas; cuando más veces respires profundamente y lentamente lo hagas, mejor. Este tipo de respiración es desde el vientre, al inhalar el abdomen se expande y al exhalar se contrae, de forma natural, sin exagerar, al inhalar te imaginas que estás recibiendo del Universo paz y armonía y al exhalar estas expulsando estrés.
El sexto ejercicio: “Medita en el Tercer ojo y cantando el om”, en pijama, cierra los ojos, durante 30 minutos, sin luz, sentado en la cama te relajas física y emocionalmente poniendo atención en tu respiración profunda y te centras justo en medio de la frente, ahí en el “Tercer ojo”, tratando de llegar a lo más profundo, hasta llegar a la glándula pituitaria; enviándoles amor, armonía y paz profunda, entrando a meditación, y entonces empiezas a cantar el “om” (aoooommm) en silencio y lentamente, durante 3 minutos y va surgiendo una tranquilidad profunda en tu mente, disfrútala y si de nuevo vienen pensamientos o sentimientos negativos o ansiedad o inquietud interior vuelve a cantar el “om” (aoooommm).
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