Diversas

¡Ya tengo 40! Y ahora ¿quién podrá defenderme?

40s

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abemos que llegarán más temprano que tarde, ya casi están allí y son reales los podemos sentir en cada centímetro de nuestra piel, pero… ¿los podremos asimilar y aprovechar?  Una pequeña reflexión  para los que estamos en los 40´s.
No sé en qué momento transcurrió tanto tiempo, la vida me ha alcanzado y es inevitable preguntarme si es que hice poco con ella y si hay cosas por terminar o quizá incluso por comenzar.

Hay días en los que me miro al espejo después de que han pasado las horas y no puedo reconocerme, no se quién soy, por qué estoy ahí, con la mirada cansada y el gesto duro sin poder ocultar el paso de los años que a veces siento que se me salen por los poros como diciéndome “Te estás haciendo grande”. Como cuando pasas de los 8 a los 10 años, en que te conviertes en un niño grande, ahora de los 38 a los 40 ¿ya soy una señora grande?  Y con esta pregunta vienen muchas otras, si escogí bien cuando tuve que escoger, si logré lo que alguna vez me propuse lograr, si mis sueños se cumplieron y si hice lo posible para ello, si soy feliz como soy ahora, si algo me hace falta y qué es, si soy lo suficientemente buena en lo que hago y si quiero o debo hacer más. Veo a las personas que  me formaron que hicieron lo que ahora soy, las que estuvieron ahí para apoyarme, para aconsejarme y para regañarme cuando así lo creyeron conveniente y veo dos personas mayores, cansadas, un tanto enfermas por el inevitable paso de los años, que se muestran orgullosas de ver quien soy, que aunque aún me acompañan y ayudan en mi camino por la vida, cada vez se acercan más a la otra orilla, cada vez tienen más deficiencias físicas propias de su edad que acortan día con día el tiempo que aún estarán cerca de mi; que me aman por sobre todas las cosas y a quienes yo amo incondicionalmente y que sé, que tendrán que irse algún día por más doloroso que esto pueda ser. Mi visión ha cambiado, mi perspectiva y mis prioridades, ahora yo soy la que formo, laEstoy en los 40´s aún y hay tiempo, para que la vida no me alcance desprevenida y vacía, continuar descubriendo mi interior que cada vez me da más sorpresas y encontrar por lo menos esa parte, la más importante, la que por sí sola abra las siguientes puertas que aún faltan por abrir que educo, la que guío, y a veces, no sé si de la mejor forma, sólo sé que lo hago por amor,  ese amor infinito que nos da sabernos padres, ese amor tan grande e inagotable que nos brota del alma misma para con nuestros hijos y eso también me hace preguntarme si lo estoy haciendo bien y rectificar una y otra vez para poder hacerlo mejor cada día, porque decidí que es mi empresa más importante y mi prioridad al concebirlos. Pero aún así, a sabiendas de esta gran responsabilidad y de que haya sido mi decisión, no puedo evitar sentirme frustrada y rebasada por  el correr del tiempo, y preguntarme quién soy yo fuera de mi casa y de mi familia, si soy la amiga, la hija, la hermana, la esposa, la madre, la doctora ¿Quién soy? ¿O soy todas? O no soy ninguna y eso de verdad me asusta, me asusta acumular más años en esta incertidumbre, ¿Yo quería ser todo eso a los 20 años? Sabía que quería ser la doctora y lo fui, quiero serlo aún pero estoy abrumada entre la esposa, la madre y también la mujer; entre la pasividad disfrazada de seguridad que ahoga mis pensamientos en un inmenso mar de opciones que no puedo concretar. Quiero ser hermosa, inteligente, delgada, elegante, jovial, madura, exitosa y por sobre todas las cosas, FELIZ. Pero… ya no tengo 20 años, el tiempo paso y tomé mis decisiones, y de esas decisiones ahora estoy aquí con mi realidad, una realidad que no sé si es la que quiero tener, que no sé si es la que me haga feliz, pero que es esta y no otra, con sus ventajas y desventajas, sus sabores y sinsabores, mi vida, mi propia vida que quiero vivir y no sólo verla pasar llena de arrepentimientos, rencores y dudas. Llegué a los 40´s soy muy afortunada no hay duda, pero, ¿sabré aprovechar esa fortuna? Quisiera saberlo mágicamente, que alguien me dijera que este es el camino correcto y si no lo es poder tener la sabiduría para entenderlo, aceptarlo y corregirlo, saber discernir entre lo que quiero y lo que necesito, aceptar los riesgos y atreverme a salir de mi burbuja de tranquilidad, quiero ser más, para dar más a las persona que quiero y que viven su vida a mi lado que no puede ser menos difícil, con menos preguntas sin respuestas. 
El tiempo irremediablemente seguirá transcurriendo lo vemos a cada día en nuestros hijos, en nuestros padres en nuestra ciudad y en nosotros mismos; pronto los que fueron niños ya no lo serán, los que fuimos jóvenes y fuertes ya no lo seremos y entonces frente al espejo nos preguntaremos si somos felices al fin, si logramos todos o la mayoría de nuestros objetivos si cumplimos nuestros sueños, pero entonces tendremos menos tiempo para reparar en nuestros errores y corregirlos, la otra orilla estará más cerca y quizá no tengamos tiempo extra para esta reflexión. Estoy en los 40´s aún y hay  tiempo, para que la vida no me alcance desprevenida y vacía,  continuar  descubriendo mi interior que cada vez me da más sorpresas y encontrar por lo menos esa parte, la más importante, la que por sí sola abra las siguientes puertas que aún faltan por abrir.

Escrito por: Marcela Ortega

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