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Escrito por: Eli Davidson*
Después de 18 meses en los que perdí mi matrimonio, negocio y salud, y terminé con una deuda corporativa de $88,000 dólares, fui donde el viento me llevo… cada vuelta inesperada me enseñó mucho.
En los días después de mi crisis, mi vida se había convertido en una polvosa y gris caminata por la supervivencia. Durante esos días no tenía dinero suficiente para siquiera rentar un carro. Mi clemente ex suegra me prestó un Honda con un techo destrozado. Y lo estacionaba cerca de las esquinas de los lugares en los que tenía citas porque en Los Angeles “eres lo que manejas”. Lo que me lleva al punto de este artículo, reinventarte en tiempos difíciles.
Tip de reinvención #1
Los amigos y la familia son una gran bendición.
Si tienes algunos escondidos en algún clóset o algún lugar – ve y encuéntralos. Atesóralos. Tal vez te ayuden a hacer algo más que sobrevivir en la tormenta.
Una flor cambió mi vida
Sé que suena loco. Tal vez te burles de mi simple remedio. Ese pequeño paso me ayudo a detener mi descenso.
Mi querido amigo de muchos años, John Morton, había visto mi negra perspectiva. Él me recordó que “Dios es la clase de persona en quien puedes confiar” Y que yo debería considerar que aun si había perdido mi matrimonio, debía tratarme a mi misma con bondad. Su visión estimuló el nuevo concepto de que yo podía tomar un pequeño paso para tomar un mejor cuidado de mí.
Comprar una simple flor parecía muy extravagante. Mientras entraba a la florería sentía como si estuviera caminando a una exótica tierra distante. Mis pequeños pasos tenues en esa florería de la Avenida Barrington, se sintieron como si estuviera entrando en el Amazonas.
Hice algo diferente (eso es una pista) Fui más despacio (eso es una pista) e hice algo sólo para mí (eso es una gran pista) Me compré una fresia amarilla en camino a mi desagradable trabajo para un doctor malhumorado.
Mirando a esa pequeña flor feliz sobre mi escritorio me hizo sonreír todo el día. Ahora que miro al pasado, la acción de comprar una sola flor fue el momento en que mi vida empezó a cambiar. Nunca lo olvidaré. Esa noche puse música y baile a la luz de las velas en lugar de comer helado. Después de unos pocos meses mi cuerpo se deshizo de 17 libras de “grasa de matrimonio infeliz” sin hacer dieta. Empecé a lucir… bien.
Tip de reinvención #2
Haz algo agradable para ti o para alguien más.
Si no lo haces tú ¿quién? ¿Necesito decir algo más? Mira lo que una flor en mi escritorio me hizo sentir.
Tip de reinvención #3
Sólo tú tienes el poder de cambiar tu día.
Haz algo.
Cualquier cosa agradable o buena.
Tomar incluso el paso más pequeño para empoderarte es una poderosa estrategia de éxito. Aun si parece tonto para alguien mas.
Adentro y afuera
Por lo visto los minúsculos cambios me dieron suficiente impulso para empezar a hacer otros cambios positivos. Me inscribí en la maestría de Psicología Espiritual de la Universidad de Santa Mónica – aun cuando no tenía idea de cómo lo pagaría. Participar en ese programa cambió mi vida. Aprendí acerca de hacer decisiones buenas para nosotros, perdonar mi pasado y diseñar mi futuro. Empecé a ver mis retos como oportunidades para crecer. Ese aprendizaje de orientación a la vida me ayudó a ser más gentil conmigo. Esa gentileza interna fue un ingrediente clave en mi florecimiento. Verme a mi misma como un ser espiritual teniendo una experiencia humana en lugar de verme como una gran perdedora, me dio el valor para ver las áreas de vergüenza. Tan pronto como fui capaz de perdonar abrazar mi humanidad, mis circunstancias externas cambiaron. Siendo de Kansas como pensé que era mi vida, fui del blanco y negro al deslumbrante Technicolor de Oz.
Tip de reinvención #4
Los cambios internos generan cambios en el exterior.
No dejes a las pequeñas cosas hacerte explotar. Cuanto más honres a tu bondad interior, más el mundo abrazará tu elección. Una actitud optimista interior ayuda a al mundo de afuera a florecer.
Ya no estamos en Kansas
Pronto, estaba conduciendo un mercedes en lugar de un Honda golpeado prestado. Usando las herramientas que estaba aprendiendo en la Universidad de Santa Mónica, pagué la mayoría de la deuda y me mudé de la casa de alguien más a una hermosa casa con mi propia casa de huéspedes. ¡Wow! Estaba siguiendo el camino amarillo. En menos de dos años estaba siendo coach de propietarios de empresas, productores ganadores de Emmys y Grammys, y era miembro fundador del equipo de FedEx. Luego tuve la loca noción de que podía escribir un libro, (Nunca había tomado una clase de escritura) Ese libro gano premios obtuvo atención nacional… lo que es probablemente la razón por la que me estén leyendo.
Les digo esto porque no hubiera podido soñar esta existencia hace diez años. Mi esperanza es que mi historia les ayude.
*Eli Davidson es columnista de The Huffington Post, oradora motivacional y autora del libro "Funky to Fabulous"
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