No es lo que comes, sino a qué hora comes, al menos así lo indica una investigación publicada por el Journal of Obesity. El trabajo consistió en vigilar la dieta de 420 personas con sobrepeso durante 20 semanas. Se les prescribió una alimentación de 1.400 calorías diarias, pero se les permitió distribuir la ingesta a lo largo del día a su gusto. Así fue como los científicos observaron que aquellos que almorzaban temprano lograban bajar casi 3 kilos más que los que comían más tarde.
Es la primera vez que se estudia en humanos el efecto de los horarios para hacer dieta. Ya se venía observando su influencia en los ratones. Hay algo que es claro: el tiempo del día influye si quieres bajar de peso. El ritmo circadiano de sueño y vigilia podría ser el responsable de que en ciertos momentos del día tu cuerpo está mejor preparado para asimilar y procesar las comidas.
“Cuando el horario de comer no coincide con el ciclo del sueño se produce una desconexión entre los relojes biológicos internos que tenemos, básicamente, en todas las células de nuestro cuerpo”, explicó Frank Scheer, líder del estudio, en una nota reproducida en un sitio web.
La mayor sorpresa puede no ser la conclusión de los investigadores en sí –sabemos desde hace tiempo que conviene evitar las comidas nocturnas demasiado abundantes– sino la claridad con la que se comprobó el efecto del reloj sobre el descenso de peso. Comer más temprano fue lo único que diferenció al grupo de adelgazó: hicieron el mismo nivel de ejercicio y durmieron la misma cantidad de horas.
Comer regularmente, otro pilar para bajar de peso
Más allá del horario cronobiológico conveniente que deberías respetar para comer –y que aún no es tan claro como para dar recomendaciones, porque la investigación es incipiente–, aplicarle un patrón ordenado y sistemático a tus comidas es siempre una buena idea si tu plan es bajar de peso. Adoptar horarios regulares le da a tu cerebro la señal de que estás planificando tu alimentación, y previene los atracones. ¡Sigue estos consejos para comer mejor!
- Come al menos tres veces al día
- Incluye colaciones de media mañana y de media tarde en tu plan alimentario. Las colaciones saludables evitarán que sientas hambre entre las comidas y que devores tu plato la próxima vez que te sientes a comer.
- Muchas personas suelen saltearse el desayuno, ¡no lo hagas! Si cumples con la primera comida del día, es más probable que incorpores menos calorías en el resto de la jornada.
Escrito por: Leonardo Jimenes