Bajar de peso - dietas

Malos hábitos alimenticios

La alimentación no se trata sólo de qué comemos o cuánto comemos, sino también de la frecuencia con lo que lo hacemos, en qué horario, combinado con qué y otros factores que pueden ayudar o perjudicar a nuestra salud. Los malos hábitos alimenticios afectan nuestra salud y aquí te decimos algunos de los que debes evitar a toda costa.

Saltarse el desayuno

Ya sea por falta de tiempo –o falta de hambre– mucha gente comienza su día sin desayunar, por lo que el cuerpo no obtiene la energía que necesita para arrancar el día y cuando llega la hora del almuerzo o la comida, está desesperado por alimento, por lo que hay tendencia a comer de más y lo ingerido se acumula en forma de grasa, pues el cuerpo no sabe cuándo volverá a sufrir la falta de alimento.

Comer mientras haces otra cosa

Se ha hecho un hábito recurrente tener el celular al lado a la hora de la comida; platicando, leyendo o quizá  viendo videos; quizá comer mientras vemos algún programa de televisión o frente a la computadora mientras trabajamos. Pero este multitasking puede afectar nuestro peso, pues cuando no nos concentramos en el momento presente, no somos capaces de percibir con claridad las señales de nuestro cuerpo de saciedad, y tendemos a comer de más.

Comer demasiado rápido

A veces por las prisas o por la costumbre, comemos demasiado rápido, sin apenas masticar lo que llevamos a nuestra boca y esto puede tener consecuencias en nuestra digestión e incluso hacernos comer de más. La recomendación es masticar cada bocado entre 15 y 45 veces. Darnos el tiempo de prestar atención a nuestra forma de comer puede ayudarnos a disfrutar más la comida y beneficiará nuestra salud e incluso nuestro control de peso.

No tener horarios de comida

Nuestro cuerpo necesita tener una cierta constancia de hábitos; cuando nuestros horarios de alimentación son muy diferentes y nunca sabemos a qué hora comeremos de nuevo, el cuerpo se descontrola y ocurren cambios hormonales que afectan nuestra salud. Lo más conveniente es tener un horario de alimentación y hacer lo posible por cumplirlo.

Comer mucha sal

Hay gente que no puede comer si no tiene un salero al lado, que tan pronto llega la comida a su mesa le echan sal sin siquiera probarla. Pero el consumo en exceso de sal tiene consecuencias para nuestra salud: provoca retención de líquidos, afecta el sistema cardiaco, puede dificultar el trabajo de los riñones, entre otras consecuencias. Lo más recomendable, es aprender a comer sin el salero al lado; confiemos en la sazón de quien preparó la comida y si en verdad le hace falta sal, agrega solo un poco.

Comer demasiado de una sola cosa o eliminar grupos alimenticios

Tenemos la idea de que algunos alimentos son “buenos” y otros no tanto. Y a veces, en nuestro empeño de cuidar nuestro peso, podemos terminar con una dieta poco balanceada. Quizá creemos que las ensaladas son lo mejor del mundo y las consumimos casi diario, dejando de lado otras opciones de alimentación. Pero cuando nuestra dieta es poco diversa o dejamos fuera algún grupo alimenticio –como los carbohidratos que ha sido satanizados– el daño para nuestro organismo puede ser más grande de lo que pensamos.

Con frecuencia no nos damos cuenta de qué tan buena o mala es nuestra alimentación, pero debe existir una consciencia de lo que comemos y cómo lo hacemos. En ocasiones, lo que necesitamos no es una dieta, sino un simple cambio de hábitos para mejorar nuestra salud.

Escrito por: Elena Pedrozo

Leave a Reply

Your email address will not be published. Required fields are marked *

*