Comprende a la gente. Sé paciente y tolerante. Sé lógica y razonable. Sé responsable de tus actos y de tus palabras. Sé humilde y pacífica. Aplica tu conocimiento a tu vida. No te arrepientas de nada. Toma las cosas con calma. Pon en orden tu mente, tu corazón y tu vida. Ámate a ti misma y acéptate tal y como eres.
Sé justa y respetuosa. Toma los caminos que la vida te ofrece, toma riesgos. Valora y agradece cada cosa que te es brindada. Ten fe y confía en tí misma. Acepta derrotas con la cabeza en alto y los ojos y el corazón abiertos. No te apegues a nada. No te excedas en nada. No juzgues a nadie. Adáptate a las circunstancias. Sé feliz hoy y no mañana. Da lo mejor de ti. Vence los obstáculos y aprovecha las oportunidades. Nadie te impide nada, excepto tú misma.
No te quejes de nada. No hagas expectativas. Todo es resultado de tus actos. Comprende que no hay buena ni mala suerte; todo ocurre por alguna razón. No te justifiques ni a ti ni a otros. No culpes a otros por lo que te sucede. El momento de comenzar y cambiar es ahora. Aprende de tus errores y de los de los otros. Vence tus miedos, eres libre. Saborea cada momento de tu existencia. Haz tus sueños realidades.
El camino que elijas siempre será el correcto; lo correcto está en la elección y no en el acierto. Todo es impermanente. Tú eres quien elije cómo vivir tu vida. Ocúpate en tu vida y no en la de otros. Toma tus propias decisiones. No sigas el reconocimiento sino tu propia satisfacción. No impongas tu criterio a otros ni dejes que los demás lo hagan en ti. Di sí y no cuando sea necesario.
Acepta los cambios y adáptate a ellos. Planea para el futuro pero no vivas en él. Todo lo que haces te es devuelto. No des opiniones si no te son pedidas. Goza de todo. Sufre por nada porque es una pérdida de tiempo. Recuerda que el dolor es inevitable pero el sufrimiento es una elección. Que nada te distraiga de ti misma. Lucha por la perfectibilidad pero no te desgastes en ello.
No te conformes, siempre hay más. Desecha lo que no te sirve. No hagas suposiciones. No tomes nada personal. Renuncia a quedarte y comienza a andar. No luches contra la corriente, déjate llevar. Mantén tu mente tranquila en medio de la tormenta. Concéntrate en tus capacidades y no en tus debilidades.
No busques en los demás las respuestas que están en ti. No recorras el camino de alguien más. Estás donde tienes que estar. Siempre tienes posibilidades. No desperdicies nada. No intentes cambiar a otros. Elije tus pensamientos y deseos con cautela. No prometas algo que no puedas cumplir. Confía pero no seas confiada, teme pero no seas miedosa.
No te precipites. No huyas de ti misma. Sé excelente no exigente. No seas una víctima. Hoy elije ser feliz. Hoy elije vivir... Finalmente, las oportunidades no son acumulables y la vida... la vida no tiene garantía.
Escrito por: Mariana Monzalvo
