La “muerte pequeña” es como algunos han resumido lo que es el orgasmo, otros se van más a dar una explicación científica de qué sustancias segrega el cuerpo en combinación con los neurotransmisores, hormonas como la oxitocina, y quién sabe qué más. La única verdad es que nadie lo podría entender o explicar basándose solamente en la teoría, un orgasmo se tiene que experimentar para saber realmente lo qué es.
Ciertamente, el sexo, sus fases, y su desenlace se componen de infinidad de factores que seguramente sexólogos y doctores podrían explicar mucho mejor que yo, pero en mi personal opinión va mucho más allá de una cuestión física. Lo físico desde luego es una parte fundamental, además de que existe otro factor muy importante que todos conocemos como la química, sin embargo no sólo es saber hacer las cosas o que todo se resuma que alguien te guste mucho o no. Claro que hay técnicas que las parejas pueden practicar o aprender de manera individual, existen infinidad de talleres y libros que pueden ayudar a las personas a incrementar el placer sexual, siempre y cuando exista la apertura de mente y cuerpo para experimentar más allá de lo conocido o lo convencional. Aun así hay muchísimas personas con anorgasmia, en su mayoría mujeres que no logran llegar al orgasmo cuando tienen relaciones sexuales aunque sí responden a los estímulos para llegar a él.
Algunos estudios dicen que los orgasmos tienen que ver mucho más con una cuestión personal que de la pareja con la que se esté. Ciertamente hay personas mucho más ágiles que otras o más sensibles en la percepción del otro, pero de poco servirá si quien recibe no sabe recibir. Aunque las dos personas jueguen un papel activo y pasivo durante el sexo, finalmente los dos reciben los amores del otro y aunque suena fácil, no todas las personas saben recibirlos. Pienso que el 50% del éxito de una buena relación sexual radica en que el receptor sepa recibir al otro y no sólo dar. Al contrario de lo que puede pensarse que recibir los amores podría parecer egoísta, creo más bien que en buena medida recibirlos es un acto de generosidad. Es abrirse a crear un vínculo de comunicación sin palabras, de sensaciones y percepciones del otro para llegar a un fin común.
Un orgasmo es un acto generoso a uno mismo y al otro. ¿Qué opinas?
