Escrito por: Lourdes Ramírez Alvarez
¿Sabes que te está pasando en tu vida? ¿No verdad? ¿Y sabes por qué sucede esto? Pues porque el planteamiento que te haces no es el adecuado.
Casi todos piensan sólo en agregar. Sí; agregan responsabilidades, compromisos, acciones.
Yo te quiero proponer algo diferente. Haz un esfuerzo y, en lugar de agregar, elimina de tu vida lo que te parezca inadecuado; lo que en lugar de fortalecerte te intoxica.
Lo que pongo a tu consideración es que, en lugar de continuar acumulando cosas, utilices algunos días, meses o años, haciendo un trabajo de desintoxicación. Sí; desintoxícate mental y físicamente.
Te invito a que pruebes las siguientes estrategias:
1) Lo que definitivamente no puedes cambiar, acéptalo. Déjalo como está, pero sin estresarte.
2) Lo que tengas que perdonarte. ¡Perdónatelo! Deja de castigarte y continúa tranquilo tu camino.
3) Que las cosas indebidas que cometiste en el pasado te sirvan de aprendizaje, no de castigo.
4) Si alguna persona de las que rodean tu entorno te quita energía y no agrega ningún valor a tu vida, de forma gentil y educada rompe el contacto con ella. Si de plano no puedes dejar de tratarla, por lo menos, disminuye la interacción al mínimo.
5) Deja ya de esforzarte por quedar bien con todos. Esos intentos consumen mucha energía. Mejor queda bien contigo primero. Si atiendes esta recomendación, vas a tener el vigor que se necesita para relacionarte con la gente que sí agrega valor a tu vida.
6) Elimina tus preocupaciones y conviértelas en un listado de acciones. Si una preocupación no se puede traducir en una acción, haz las paces con esa preocupación. ¡Cede ese control y no te desgastes más!
7) Desintoxícate mentalmente tomando conciencia de que no debes comprar problemas que no te toca a ti resolver. Deja ya, de una vez por todas, esa tendencia que tienes de sentirte héroe y de querer salvar a todo el mundo en todo momento. No quiero decir con esto que endurezcas tu corazón; también tienes que dedicar parte de tu tiempo a ayudar a los más necesitados.
8) Si quieres que lleguen a tu vida nuevas oportunidades, tienes que reservar un espacio para ellas.
Termino este escrito recomendándote que, en lugar de agregar cosas a tu vida, te des un tiempo para eliminar lo que no necesitas.
¡Que todo lo bueno llegue a tu vida!
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