Bienestar

Mujer capaz, ¿mujer impostora?

mujer-capaz-mujer-impostoraPor todos lados vemos a mujeres que son exitosas en el ámbito académico y profesional. Algunas se enorgullecen de sus logros y lo dan a notar. Otras no lo mencionan o atribuyen sus resultados a factores ajenos a ellas como la suerte, su equipo de trabajo o la buena relación que tienen con sus jefes. Podríamos pensar que son modestas y admirarlas aún más por eso, pero bien podríamos estar ante una mujer sorprendida de su propia capacidad, temerosa de que alguien descubra que, en realidad, es una “impostora”.

Este cuadro parece ser más común en las mujeres que en los hombres. A pesar de sus talentos, de los reconocimientos y logros que hayan podido tener, muchas no pueden aceptar el éxito. Tienen la firme creencia de que no son inteligentes, y que alguien en algún momento descubrirá la verdad. Paradójicamente, se trata de una sensación que aumenta entre más capaces seamos en la realidad.

Por un lado tenemos a las que tuvieron un hermano o familiar cercano que siempre fue la estrella de la casa, y pase lo que pase nunca podrá demostrar que es más inteligente o capaz. Y por el otro están las que recibieron el trato de “la más lista” o “la más hábil”, tanto así que llega un momento en que siente que no puede defraudar a su familia, o a quienes creen en ella, porque en el fondo considera que la han sobreestimado.

Aceptar nuestras limitaciones

En este caso, como en todo, los extremos son perjudiciales. Las mujeres debemos aprender a manejar el éxito, a aceptarlo y a enorgullecernos. De otra manera, tenemos una ansiedad interna que nos lleva a otros males. Entendamos que no somos perfectas, y no estamos obligadas a serlo. Demos crédito a lo mucho que hacemos día con día o simplemente aceptemos que no somos infalibles y vayamos experimentando el gozo de sentirnos bien por ser lo que somos.

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