El descano es fundamental para desarrollar las actividades diarias con plena energía. Hay personas que necesitan más horas de sueño que otras pero todos tenemos que seguir una serie de buenos hábitos para la hora de acostarse.
Lo primero que debes hacer es no cenar mucho, ya que tendrás una digestión pesada que te molestará a la hora de dormir. Por tanto, una cenita ligera y que te de tiempo de hacer digestión, al menos cena una hora y media antes de acostarte.
Junto a ello, otro buen hábito es no beber mucho líquido después de cenar y antes de acostarse. Como podrás imaginar, si almacenas líquido en la vejiga, el cuerpo querrá expulsarlo y te despertará por la noche, algo que no conviene ya que el descanso no sería total. Tampoco bebas líquidos estimulantes que contengan cafeína; es recomendable que a partir de las seis de la tarde te olvides de estas bebidas.
Otro elemento importante es el de aclimatar la habitación para conseguir un lugar ideal para el descanso. Al decir aclimatar, no me estoy refiriendo a la temperatura, sino a un espacio ideal que potencie o que invite a dormir. Un lugar tranquilo, relajado, sin ruidos, con colores suaves, en el que estés a gusto y en el que puedas descansar.
Cuando sientas sueño ve a dormir, no te quedes en el salón viendo la tele, porque entonces te vas a dormir allí y cuando quieras irte a la cama te vas a desvelar, por lo que te va a costar volver a tomar la rutina del sueño y no vas a descansar como es debido.
Por último, es importante que hagas siempre los mismo hábitos a la hora de acostarte, que tu organismo se acostumbre y sepa cuándo es a llegado la hora de descansar.
