Problemas económicos, el tránsito, el estrés, la falta de tiempo, la contaminación, la ansiedad… ésta es la carga a la que nos enfrentamos día a día la mayoría de los que vivimos en la Ciudad de México. Sobre nuestros hombros, en la cabeza o en el estómago se empiezan a manifestar los estragos de este ritmo de vida. No es difícil pensar que en este contexto muchas personas necesiten recurrir a un psicólogo, aunque muchos no lo hacen.
En México aún existe cierto prejuicio respecto a la necesidad de recurrir a un psicólogo. Alrededor de un 60% de la población piensa que a la mayoría de la gente le daría pena pedir ayuda psicológica -pero no a ellos mismos- según revela un estudio de Parametría. Es decir, la mayoría opina que a los otros les da pena ir al psicólogo, aunque afirman que ellos no tendrían problema en ir. Sin embargo, sólo un 16% señala haber recurrido a la terapia, esto sin contar a los que tal vez han acudido al psicólogo, pero no lo manifiestan públicamente.
En la sociedad actual abundan cada vez más los problemas mentales. Esto no significa que cada vez exista más gente enferma, sino que problemas como depresión, baja autoestima, ansiedad y estrés están tomando auge, afectando la salud mental y emocional de quienes lo padecen, pero para mucha gente estos problemas no son suficientemente graves para recurrir a un psicólogo.
Para los mexicanos, los problemas deben ser muy fuertes o debe tratarse de un asunto delicado para tener que pedir la ayuda de un psicólogo. Tal vez tenga algo que ver con aquel dicho de “la ropa sucia se lava en casa” pues muchas personas se sentirían cohibidas o invadidas pensando que le están contando su vida a un extraño o pensarán que los problemas son suyos y un psicólogo no tiene por qué meterse.
A pesar de los beneficios que puede brindar la terapia psicológica en la calidad de vida de las personas, muy pocas son las que deciden recurrir a la ayuda de un psicólogo. Es necesario superar los prejuicios y entender que quien acude a un psicólogo no es alguien que esta loco, sino alguien que busca ayuda para mejorar.
Escrito por: Claudia Pedrozo
