En la práctica profesional cada vez se está volviendo más alta la demanda de pastillas que ayuden a controlar los estados de ánimo. Y bueno… en parte tienen algo de razón porque es innegable el papel que tiene la serotonina en nuestro estado de ánimo. Esta sustancia química segregada por nuestro cerebro se le ha llamado “la droga del buen humor” y cada día se prescribe más y más ya que a su cargo están el nacimiento de las emociones y sensaciones de la risa, la alegría, el abatimiento, la angustia, la depresión.
Sin embargo, también es deseable el trabajo personal y no pretender vivir a base de pastillas. Es como si quisiéramos tener un buen tono muscular sin hacer ejercicio, ¡sólo tomando píldoras!
Es necesario hacer conciencia que si basamos el remedio de nuestros problemas emocionales en el simple consumo de medicinas tan sólo estaremos tapando nuestras dificultades, por lo que tarde o temprano nos daremos cuenta que si no nos dedicamos a trabajar en nuestras áreas débiles o de oportunidad sólo viviremos de la esperanza de que una pastilla arregle nuestra vida. Siempre es tentador una solución fácil que no implique esfuerzo; sin embargo, a la larga, nos daremos cuenta que vivir de la ilusión no es ni lo mejor ni lo más sano.
Existen otras formas naturales para elevar la serotonina y una de ellas es el ejercicio físico, el baile. Aquí el beneficio es doble: nos sentimos mejor y ¡nos vemos mejor! Así que está en tus manos decidir de qué forma quieres vivir, “enpastillado” o trabajando cada día por ser mejor.
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