Yo no soy creativa. A mí no se me da el arte. Lo mío no es innovar. Cuántas veces no hemos escuchado a personas afirmar que no tienen el talento para crear algo novedoso. Muchas. Y sin embargo, cuando la necesidad se presenta, solemos inventar alternativas que nunca pensamos que se nos podrían ocurrir.
A veces es la necesidad la que nos motiva, o en ocasiones es el entorno. Lo que queda claro es que todas podemos ser creativas. El secreto: querer serlo. Estar motivadas. Tener una actitud positiva ante los retos y verse a sí misma como una persona que sí va a poder inventar una solución.
Thomas Alva Edison tuvo que fracasar en miles de ocasiones antes de crear el bombillo de luz. No se rindió. Pudo haberlo hecho muy al principio de su exitosa carrera, pues la mayoría de sus inventos no funcionaban. Lo que sí funcionaba era su decidido carácter para probar y probar.
Van Gogh fue un gran pintor, pero no lograba vender un solo de sus cuadros. No tenía dinero. Sentía que sus cuadros no eran valorados por nadie. Y sin embargo, él siguió adelante, pintando y pintando lo que él creía. Sus obras son ahora de las mejor vendidas. Fue su decisión, su obstinación, la que ahora le permite a la humanidad entera disfrutar sus bellas obras.
Desde Madame Curie a Sor Juana o Alondra de la Parra, no queda duda que es la determinación la fuente más poderosa de la creatividad. Ante la adversidad siguieron adelante.
Crear significa ver lo que se tiene y hacer algo nuevo con lo que se tiene. Un creador no se detiene ante las adversidades, no se queja ni ve lo que no tiene. Un creador observa e imagina sin barreras. Y sobretodo, un creativo lo es porque cree en sí mismo como persona creativa.
Escrito por: Revista SuperMujer
